Hasta el 31 del mes pasado el stock promedio de todas las líneas de crédito en moneda local sumaba $1.551.770 millones, unos $14.000 millones menos que el acumulado en septiembre.
Según el último dato disponible por el BCRA la línea de adelantos de cuenta corriente fue la que mayor contracción presentó: en términos nominales cayó 5%, lo que significa que el stock perdió unos $ 7800 millones de su promedio el mes anterior. Con todo, en términos interanuales esta línea todavía representa un incremento de casi 40%.
Los adelantos de cuenta corriente es la forma de financiamiento que más a mano tienen las empresas, especialmente las pequeñas y medianas. Hasta septiembre mantenían su popularidad: crecía casi 57% interanual. Si bien las tasas vienen subiendo desde el salto devaluatorio de agosto en forma pronunciada, el mes pasado se volvieron prohibitivas: en promedio, estuvieron por encima del 78%.
Con este nivel de tasas, el crédito de corto está prácticamente interrumpido. Las empresas tienen otros mecanismos para poder financiarse: venden dólares, venden stock. De hecho, en la última semana de octubre hubo una desaceleración en la inflación, que puede estar explicada en buena medida porque muchos prefieren bajar los precios y hacerse de los pesos más pronto que tomar deuda con estos costos, señaló Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.
La otra línea de financiamiento corporativos que presentó caída fue la de documentos. En el stock final de octubre aparecieron unos $175000 millones menos que en el noveno mes del año, lo que en términos porcentuales representa una contracción de 3,7%. Si se lo compara en términos interanuales, esta línea crece en 2,8%. De hecho, el stock no para de caer desde julio de este año y acumula una contracción de $20.060 millones. La baja de octubre explica casi la mitad del total de esta caída.
Las familias
Una historia distinta es la que cuenta el financiamiento a la familias. Las líneas orientadas al consumo, como créditos personales y tarjetas, en términos nominales no presentaron caídas. El stock de préstamos personales, por ejemplo, se incrementó en $1432 millones, hasta alcanzar en promedio los $ 422.324 millones.
Si bien los datos del Banco Central todavía no arrojan números negativos, si se analizan las variaciones promedio que tuvo esta línea desde principios de año puede verse claramente una desaceleración: en enero, los préstamos personales crecían a un ritmo de $10.000 millones.
"En el boom de créditos que hubo a finales de 2016 y durante todo 2017, la mayoría de los bancos otorgaba a plazos de 36 a 48 meses, a unas tasas notablemente mucho más bajas que las que ofrecen hoy en días las entidades para quien va a solicitar un préstamo desde cero. Por eso, hasta que no se cancelen esas cuotas no se va a sentir tanto en la caída del stock", explicó Barbero.
El experto también puntualizó que "las opciones de financiamiento de las familias son siempre más acotadas, por eso hay sectores a los que, por más que el costo del dinero se mantenga elevado, no les queda otra que endeudarse".
En tanto, el stock de tarjetas de crédito se incrementó hasta los $347.137 millones en promedio, lo que representa un incremento intermensual 1,25%, muy por debajo de la inflación que proyecta el mercado para el décimo mes del año, que según el último Relevamiento de Expectativas del Mercado del BCRA, se encuentra en el orden del 5%.