¿Cayó la imagen del Papa por no visitar Argentina?

En 2017, una encuesta realizada por la consultora de opinión pública Giacobbe y Asociados reveló que Jorge Bergoglio ocupaba el sexto lugar en el ranking de los 100 argentinos más influyentes de ese año.

La negativa del Sumo Pontífice a visitar su país de origen ha levantado voces a favor y otras en contra, de hecho hasta personalidades de la misma iglesia han expresado su decepción ante la falta de respuestas, por parte del vaticano, respecto de cuándo será el turno de la Argentina.

Frente a esto, Los Andes consultó a Jorge Giacobbe, director de la citada Giacobbe & Asociados Opinión Pública S.A; sobre la percepción que se tiene de Bergoglio en nuestro país.

"En el momento en que el papa asumió, en nuestro país tenía un 86 % de imagen positiva, un año después, tras involucrarse en la política el numero bajó a 66 %", explicó el analista.

Esto indicaría que el factor político sería elemental al momento de describir a Bergoglio. "Ante la tarea de definir al Papa en una sola palabra, las dos más usadas por la gente consultada en las encuetas fueron: peronista y político, en ese orden", explicó Giacobbe.

El encuestador entiende que el mundo ve en el papa un líder espiritual, que se involucra y que se anima a la transformación, sin embargo  "en la Argentina está visto como un hombre que se metió mal en la política."

Por ende, una de las razones de la caída de la imagen positiva del Papa en nuestro país, sería la ruptura de la idealización que hicieron los argentinos al momento de la asunción del mismo, allá por el 13 de marzo del 2013.

"La gente lo idealizó, lo puso en un pedestal y cuando se involucró con el kirchnerismo se cayó y esa idealización se rompió", explicó Giacobbe.

En cuanto a la negativa de la visita de Francisco a la Argentina, el analista interpreta que se debe a esta cuestión política y que el sumpo pontífice evita el viaje en un intento de "desandar los que hizo" cuando se "metió" en la política ya que "eso le costó caro."

Si bien Giacobbe remarcó el hecho de que aún no existe una nueva medición que evalué la imagen actual del Papa, en su opinión la misma permanecería en el 66% que arrojó la última medición.