Tras meses de intensa investigación, la Justicia logró identificar y desbaratar a una banda delictiva, liderada por hombres oriundos de Río Negro, acusada de secuestrar en Dorrego al hijo de un conocido empresario el pasado julio.
Los sospechosos tenían casi 10 millones de pesos y un arsenal. En total, son cuatro las personas detenidas en tres allanamientos llevados a cabo domicilios de Guaymallén y Ciudad.
Efectivos de la División Antisecuestros Extorsivos y otras áreas de la Dirección Investigaciones estaban tras los pasos de la "banda de los rionegrinos" desde hacía meses. Las pesquisas los señalaban como los responsables de secuestrar a un joven de 24 años en el barrio Jardín Village (entre Las Cañas y la lateral del Acceso Sur), rehén que fue intercambiado a las pocas horas por un rescate de miles de dólares.
Esto ocurrió el pasado 12 de julio. Desde ese día los fiscales federales Fernando Alcaraz y Marcelo Garnica dirigen la investigación que ayer llegó a su punto cúlmine.
Tres equipos irrumpieron en casas del Gran Mendoza, Mármol y Joaquín V. González (Guaymallén), Miler 704 (Guaymallén) y Leonidas Aguirre 217 (Ciudad). En estos operativos encontraron y capturaron a los cabecillas de la banda, tres rionegrinos: Nicolás L. (25), Germán I. (27) y Héctor D. (28) y a un mendocino, identificado como Pablo D. (43).
Los efectivos enseguida advirtieron que los sospechosos no eran ningunos improvisados. Dentro de las viviendas requisadas hallaron una suma millonario de dinero, armas, equipos de comunicación y elementos utilizados en los secuestros (pasamontañas, guantes, precintos), entre otras cosas.
Todo lo encontrado
Dinero: 230.000 de dólares (más de 9 millones de pesos), 70.000 pesos y otras divisas. Joyas y relojes de alta gama. Una camioneta VW Amarok.
Armas: tres pistolas, un revólver, una escopeta y gran variedad de municiones.
Equipos de comunicación: notebooks, cámara fotográfica profesional, radio portátil, celulares y tarjetas de memoria.
Otros elementos: indumentaria deportiva sin uso (zapatillas, pantalones y camperas), herramientas utilizada para la apertura de vehículos y viviendas con adaptaciones especiales (destornilladores, llaves, pinzas etc.). Pasamontañas, guantes, precintos plásticos.
Además de protagonizar ese secuestro extorsivo que alteró a Guaymallén, los investigadores descubrieron que los sospechsos habrían participado en varios asaltos perpetrados en el Gran Mendoza.
Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado Federal 2.
El secuestro
Lo que presumiblemente había sido planificado como un asalto a una de las viviendas del barrio Jardín Village, terminó en un secuestro que tuvo, previo al pago de una cantidad importante de dinero como rescate, un final feliz con la liberación del joven raptado. Todo ello sucedió entre las 9.10 y las diez de la mañana del 12 de julio.
Los delincuentes, utilizando un auto robado, esperaron la salida del dueño de casa, un empresario de 52 años dedicado a la informática, para golpear la puerta de la vivienda en el semi privado barrio y concretaron el secuestro.
De una u otra manera el caso, que ahora se constituyó en uno de los más conmocionantes de los últimos tiempos, se originó pasadas las 9 y terminó con la liberación del joven. Previo a ello, el empresario pagó unos 200 mil pesos.