Una banda que trasladaba marihuana desde Paraguay hasta Chile, pasando por Mendoza, fue desbaratada el viernes en la Región Metropolitana de Santiago. Le incautaron un cargamento que pesó cerca de media tonelada y que estaba distribuido en ladrillos.
Los investigadores siguieron la ruta de la droga desde que salió de nuestra provincia hasta que ocurrió la entrega en el país vecino.
El decomiso fue el viernes en la localidad Curacaví, ubicada a kilómetros al oeste de la capital chilena, pero trascendió ayer ya que los operativos continuaron.
Los encargados de realizar el procedimiento fueron efectivos de la división local de Lucha Contra el Narcotráfico, de la Brigada de Antinarcóticos Metropolitana de Chile y de la Dirección Regional Aduanera. La medida concluyó con el secuestro de 475 kilos de marihuana prensada y distribuida en 438 ladrillos.
El procedimiento se realizó bajo la modalidad denominada "entrega vigilada". La carga fue individualizada cuando estuvo en Mendoza. Desde entonces se hizo la observación de la gavilla y de la carga hasta que salió de la provincia, después de cruzar el paso Cristo Redentor, a bordo de un utilitario Chevrolet.
En Chile se continuó con la custodia hasta que se produjo la entrega sobre ruta Cuesta Barriga del distrito Curacaví. "Se vigiló todo el camino para poder asegurar las detenciones de los transportistas y de los compradores", dijo un comisario a Los Andes.
En el utilitario estaban escondidos los 438 ladrillos y fue detenido el conductor del rodado. Además se apresó a dos chilenos que circulaban en un Daewo Raser, quienes eran los receptores de la carga. Luego, se hizo un allanamiento a kilómetros del lugar, donde cayó un paraguayo que sería el encargado de la logística de la banda.
Los investigadores afirmaron que el cargamento salió de Paraguay, país productor, donde el kilo cotiza aproximadamente a 300 pesos argentinos.
Luego cruzó hacia Argentina y llegó a Mendoza, sitio que, a los fines de la banda, servía como lugar de acopio y tránsito. Acá el kilo vale entre 2.500 y 3.000 pesos. El último tramo estuvo en Chile, donde finalmente debía ser vendida.
Allí el kilo se incrementa a cerca de 3 mil dólares, aclaró el comisario. "Mientras más largo es el viaje más crece el valor, sobre todo en el caso de Chile, que no tiene producción y es uno de los principales consumidores de América Latina", cerró.
Intervinieron el Juzgado Federal 3 a cargo de Walter Bento y el fiscal de Curacaví.
