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hace 27 minutos
La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) dejó en evidencia una situación preocupante para Gran Mendoza. De acuerdo al estudio correspondiente al tercer trimestre del año, el 39,3% de los trabajadores asalariados de la ciudad no tiene descuento jubilatorio, lo que significa que están en la informalidad.
Por si fuera poco, ese índice está 2,2 puntos por encima del registrado un año atrás, ya que el Indec informó en el tercer trimestre del 2016 que el trabajo en negro alcanzaba al 37,1% de la masa asalariada.
Menos trabajadores
El crecimiento de la informalidad no se compensa con un aumento en la cantidad de trabajadores. Por el contrario, la EPH muestra una caída de la tasa de empleo. Según el estudio de Indec, en el tercer trimestre del 2016 el 55,1% de la población relevada tenía trabajo. En igual periodo de este año la tasa bajó a 53,9%.
Cabe aclarar, que el estudio se hizo tomando en consideración a la población de 14 años en adelante, a diferencia de otros informes de Indec que parten de los 18 años. Eso explica las diferencias con relación a los índices publicados en otros estudios.
Otro dato que llama la atención es la cantidad de trabajadores no asalariados. Según el Indec, del total de la población ocupada de Gran Mendoza, el 70,6% son asalariados y el 29,4% no perciben remuneración. En el periodo julio-septiembre del 2016 eran 74,3% los asalariados y 25,7% los no remunerados.
La tasa de desocupación, por su parte, aumentó de 4,2% a 4,4% en el periodo analizado.
La realidad detrás de los números
Pablo Salvador, economista de Fundación Ideal, describió un escenario económico que explica tanto la caída del empleo, como el aumento de la informalidad. "La economía está creciendo de la mano de la construcción, pero solo la obra pública genera empleo formal. La obra privada, que está empezando a reaccionar, crea empleo en negro", comentó.
"Ocurre lo mismo con el sector de hotelería y gastronomía, que está creciendo en relación al año pasado y genera mucha mano de obra, pero también tiene una alta participación de la informalidad", continuó.
"El mayor problema, más allá del trabajo en negro, es el empleo que generan los sectores que están creciendo no compensan los despidos registrados en otras actividades económicas. Un claro ejemplo es el de la vitivinicultura, que tiene una importante participación en el mercado laboral, pero no le ha ido bien en 2017. Similar es la situación del sector de hidrocarburos, que tampoco ha crecido este año", explicó el economista.
