Uno de los hombres más buscados en los últimos tiempos fue detenido ayer mientras caminaba por el centro de Dorrego. La Justicia lo seguía desde hacía un mes ya que está sindicado como el autor material del asesinato del policía Jonathan Funes (24). Se cree que desde el crimen el sospechoso cambió varias veces de domicilio. Se allanó la casa donde estaba alojado.
Javier Carnevalini (40) no es un delincuente improvisado, aunque ayer tuvo un desliz que lo dejó tras las rejas. Como sabía que estaba en la lista de las detenciones urgentes desde el 14 de febrero pasado, día en que fue asesinado un efectivo en el hospital Perrupato, montó una estructura que lo llevó a estar prófugo durante casi un mes.
En ese tiempo vivió en varias casas del Gran Mendoza con gente que "lo aguantaba" hasta que la proximidad policial lo obligaba a cambiar de domicilio. De hecho, tenía un bolso armado con ropa y objetos personales por si era necesario escapar.
Pero ayer, en un descuido, salió a la calle y fue detenido apenas se había alejado unos metros de la vivienda donde estaba escondido.
Carnevalini cayó a las 13.10 en la esquina de Dorrego y Adolfo Calle de Guaymallén.
Policías que lo vigilaban se acercaron a él y cuando lo detuvieron dio un nombre falso. En esa postura se mantuvo hasta que estuvo frente a los popes policiales. A ellos sí les dijo su nombre real. "Primero titubeó hasta que se identificó. Pero nos dijo que se estaba 'comiendo' una causa que no era de él", comentó un pesquisa.
La fiscal
Apenas fue detenido, la Policía le avisó la novedad a la fiscal de San Martín, Florencia Díaz Peralta -investigadora de la causa-, quien se trasladó al lugar con una orden de allanamiento.
Así la Policía ingresó a la vivienda de Dorrego al 100 donde se escondía Carnevalini. Allí había dos menores -una adolescente y un bebé- y una mujer mayor de edad que debió ser detenida ya que se puso violenta durante el procedimiento.
"Todo fue muy rápido. La casa se allanó pocos minutos después de la detención por lo que no se dio tiempo a los cómplices a que descartaran las pruebas. Ni siquiera sabían que (Carnevalini) ya estaba preso", contó una fuente.
En la casa se hallaron elementos de valor para la causa y que podrían relacionar al sospechoso directamente con la muerte de Funes, aunque la fiscal prefirió mantener reserva acerca del secuestro.
Carnevalini no estaba armado ni tampoco se encontraron armas en la casa donde se refugiaba. Tras la aprehensión fue trasladado al Centro de Detención Transitoria, donde quedó alojado a la espera de que la Justicia decida su suerte.
Es posible que sea imputado, lo mismo que sus cómplices, por homicidio agravado por premeditación de dos o más personas, por criminis causa, por el uso de arma de fuego y por tratarse de un funcionario policial, todo en concurso ideal.
Decididos a matar
El sospechoso es el cuarto detenido que hay en la causa. Los otros son los hermanos Cristian "Pirincho" (31) y Luciano (21) Tapia y el presunto conductor de un auto, Iván Dalmau (24).
A las 17 del 14 de febrero pasado, el policía Funes custodiaba al "Pirincho", quien estaba internado en la sala 34 del hospital Perrupato de San Martín (días antes había sido baleado) cuando dos sujetos irrumpieron en la habitación. La Policía cree que esos dos sujetos son Carnevalini y Luciano Tapia.
Para poder sacar al "Pirincho", uno de los sujetos le disparó a Funes, quien murió poco después. La banda se fugó en un Honda Civic. Un día más tarde los Tapia y Dalmau fueron detenidos en allanamientos hechos en distintos puntos del Gran Mendoza.
¿Quién es Carnevalini?
El hombre es padre de dos chicas y vivía antes del asesinato del policía en el barrio Bicentenario de Godoy Cruz junto con la esposa de un preso.
Carnevalini tiene un pasado -y un presente- delictivo. En 2011, junto con Cristian Tapia, fueron detenidos por robar en una joyería céntrica.
Un año después fueron condenados a nueve años por la Quinta Cámara del Crimen, pero luego esta sentencia fue revocada en una instancia superior y quedaron libres.
Ahora, además de ser investigado en la muerte del policía, es sospechoso del atraco ocurrido en el casino Arena de Maipú el 24 de enero. De allí una banda se llevó 200 mil pesos en pocos minutos. Si bien el dato no fue confirmado por fuentes judiciales, trascendió que Carnevalini podría ser uno de los asaltantes.
Hasta ayer, sobre su cabeza había una recompensa de 100 mil pesos, 50.000 ofrecidos por la mutual policial Amuppol y el resto por el Gobierno.