Uno de los prófugos más buscados de Mendoza fue capturado ayer en Buenos Aires mientras paseaba los perros de pelea que criaba. Se había fugado del penal de Lavalle en 2008 y desde entonces era buscado.
Oscar César Salinas Atencio, alias "Chilavert", fue capturado alrededor de las 13 en la localidad bonaerense de La Reja, partido de Moreno. Los pesquisas mendocinos llegaron a él luego de realizar unas escuchas telefónicas desde hace un año, autorizadas por el Juzgado de Ejecución 1 de Mendoza, según indicaron a Los Andes.
Detectives de Inteligencia Criminal mendocina consiguieron el teléfono de Salinas y efectivos de la División Búsqueda de Prófugos iniciaron las escuchas. En ellas, a "Chilavret" se lo escuchaba planeando hechos.
Salinas Atencio es considerado un sujeto peligroso. En varias oportunidades se había fugado de los penales mendocinos, donde había quedado alojado por cometer asaltos a camiones de caudales. Una de las fugas más espectaculares ocurrió años atrás cuando fue rescatado por un grupo comando que golpeó a agentes penitenciarios.
El 9 de febrero de 2001 Salinas fue condenado a 6 años de prisión pero se fugó el 2 de diciembre de ese mismo año. Una vez capturado, volvió a fugarse el 30 de junio de 2004 y fue recapturado el 28 de setiembre de ese año. En octubre de 2004 fue trasladado a una cárcel de San Juan. De allí se fugó el 23 de mayo de 2006.
De la colonia penal de Gustavo André, en Lavalle, se fugó el 12 de junio de 2008.
Cuando se triangularon los datos aportados por las antenas de telefonía móvil, se logró ubicar el paradero de "Chilavert", quien finalmente fue capturado en la vereda de la casa donde vivía cuando paseaba a algunos de los perros raza doberman que criaba. "Tenía un criadero de perros de competición", confiaron las fuentes que tienen acreditado que viajaba a San Luis para cometer asaltos a blindados.
Aunque no estaba armado, para lograr reducir a Salinas fueron afectados varios policías ya que se sabía que es "bueno para las piñas", aseguraron los pesquisas.
Sobre el prófugo pesaba una orden de captura nacional e internacional. La Policía Federal e Interpol también lo buscaban, pero fue el trabajo de los detectives mendocinos el que permitió su captura.
De hecho,las averiguaciones locales permitieron establecer que Salinas tenía contactos en el Ministerio de Justicia bonaerense. Además se rozaba con gente adinerada y poderosa que buscaba los perros que él criaba.
Salinas quedó detenido en Buenos Aires, a la espera de que una comisión del Servicio Penitenciario local lo traslade nuevamente tras las rejas en estas tierras.