“Esta es la peor rentabilidad de la historia. Los sueldos quedaron retrasados, la gente no puede pagar entonces, por la ley de la oferta y la demanda, la rentabilidad de los alquileres siguen cayendo”, dispara desde el vamos.
Armando Pepe, presidente del Colegio Único de Corredores de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires, cuando se lo consulta sobre la estrepitosa caída de la renta inmobiliaria, que pasó del 5,4% en 2017 a 2,5% este año, mientras la utilidad neta es de la mitad, según Reporte Inmobiliario.
La explicación hay que buscarla en que el precio de las propiedades a la venta está en dólares y los alquiler en pesos. “Por eso, ante cada devaluación de la moneda, para mantener la rentabilidad los alquileres deberían haber aumentado en un mismo porcentaje. Sin embargo, esto no fue posible”, advierte Gabriel Gruber, Director Regional de Properati.
A su entender, todo indica que esta tendencia seguirá en los próximos meses, “ya que se estima una depreciación del peso, y por ende una suba del precio en pesos de las propiedades en venta, que no podrá ser compensada por el alza de los alquileres”.
German Gómez Picasso, director de Reporte Inmobiliario, afirma que los precios de los alquileres no aumentaron tanto como el precio de las propiedades, que lo hicieron de golpe por la devaluación.
Roberto Arévalo, ex presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, señala que si el inquilino es bueno se ponen de acuerdo con el propietario, y las actualizaciones no superan el 30% anual: “Nunca se toma la real”.
"La renta cayó porque no se actualizó de acuerdo a la inflación. Tuvimos una inflación de casi el 50% y los contratos se actualizaron a un 30%", coincide el asesor inmobiliario Daniel Zampone.
Pablo Brodsky co-founder de Lugaren, asegura que los valores de los alquileres no han podido mantener un ingreso sostenido en dólares: “Para los locadores en un activo que se encuentra valuado en esa moneda y eso ha generado que hayan caído considerablemente su ingreso, ya que debido a una importante oferta de alquileres, si los valores se incrementaban considerablemente las unidades quedaban vacantes. Esto ha generado que muchos locadores estén poniendo en venta sus propiedades para renta y busquen otras alternativas de inversión que le den rentabilidades más elevadas”.
En su caso, se ha incrementado en más del doble en los últimos seis meses las propiedades que se venden con renta y es una tendencia que entienden va a seguir creciendo.
Como contracara de este baja renta, el asesor de negocios Sebastián Cantero señala que "un pilar de crecimiento de la economía argentina como Vaca Muerta se complementa con el desarrollo inmobiliario.
"El negocio en Vaca Muerta pasa por la renta porque, contrariamente a lo que pasa en el resto del país, los alquileres arrojan un escaso 1% o 2% de rentabilidad anual, mientras que en Vaca Muerta estamos proyectando alquileres de entre $ 10.000 y $ 18.000 más IVA la cama. Son rentabilidades que superan ampliamente el 10%",
"El negocio consiste en tener en un solo núcleo con la mayor cantidad de unidades funcionales disponibles, porque las compañías multinacionales instaladas allí buscan esa concentración de sus empleados. Las compañías buscan asegurarse un lugar tanto para sus directivos como para las personas que trabajan en boca de pozo", continuó.