Alrededor de 1.200 viviendas resultaron dañadas por el temporal de viento, lluvia y granizo que se produjo ayer en la zona norte de Misiones, aunque no se registraron heridos, pero había unas 4.000 personas damnificadas, informaron hoy fuentes oficiales.
La mayor cantidad de afectados se registró en Puerto Iguazú, pero el fenómeno meteorológico también provocó daños en las localidades de San Pedro, Santa Rita y San Antonio, ya que tuvo un recorrido oeste-este, que se inició en Paraguay.
"Todo el Gobierno trabajando para resolver problemas ocasionados en pueblos de Misiones", dijo esta mañana el gobernador Maurice Closs, a través de su cuenta de Twitter, y aseguró que no se registraron heridos, según un relevamiento del Ministerio de Salud Pública provincial.
En tanto, el director de Desarrollo Social de la Municipalidad de Puerto Iguazú, César Oscar Perrone, sostuvo esta mañana que "son más de 1.200 techos de viviendas que fueron dañados" y aseguró que desde la comuna estaban "tratando de ayudar a todos".
Perrone destacó que la Municipalidad estaba trabajando "para llevar tranquilidad a los misioneros que fueron afectados" por el temporal que se desató ayer en el extremo norte de Misiones.
El funcionario agregó que las tareas se realizan con la colaboración de "las fuerzas de seguridad a través de un comando de crisis que se conformó debido al fenómeno climático, con el intendente municipal Marcelo Sánchez a la cabeza", dijo.
"Ahora es importante la asistencia a los afectados, a quienes pedimos paciencia", ya que se trata de unas 4.000 personas.
En tanto, el ministro de Gobierno, Jorge Franco, confirmó que "efectivamente son 1.200 casas afectadas en distintos barrios de Puerto Iguazú", al tiempo que anticipó el envío de ayuda y de cadetes de la Escuela de Policía para el trabajo de asistencia a los damnificados.
Las tareas de reconstrucción, que comenzaron con las primeras horas del día, se vieron dificultadas por el mal tiempo que continuaba en la zona.
El Servicio Meteorológico Nacional informó esta mañana que continuaba vigente un alerta por lluvias y tormentas fuertes.
El temporal se desató entre la tarde y la noche de ayer, pero alcanzó picos de máxima intensidad que provocaron la rotura de techos, carteles y la caída de ramas sobre el tendido eléctrico, lo que derivó en el corte del suministro de energía por varias horas.
Una cantidad importante de vehículos también tuvieron daños por el granizo, como abolladuras y rotura de parabrisas y de lunetas.
Las piedras caídas durante unos 10 minutos ininterrumpidos fueron de importantes dimensiones, en ocasiones comparable al tamaño de una pelota de tenis.