En su búsqueda incesante por detectar inconsistencias fiscales e incrementar la recaudación, la AdministraciónFederal de Ingresos Públicos (AFIP) está convertida en un verdadera Gran Hermano de los bolsillos de los mendocinos. La entidad tiene una radiografía de los movimientos económicos de cada contribuyente, que alcanza hasta los consumos más frecuentes y se extiende al universo on line.
Justamente el año pasado, más precisamente en enero, y con el único objetivo de frenar la fuga de dólares, la AFIP amplió el cepo e instrumentó una medida para desalentar la compra de productos en sitios webs del exterior.
El Gobierno puso en marcha una declaración jurada para retirar envíos desde páginas extranjeras. Con este instrumento busca que los consumidores paguen un impuesto de 50% sobre el excedente de U$S 25.
Rápidamente la medida impactó en la compras on line en la provincia. Según datos de Aduana, desde la puesta en marcha de su resolución, las compras on line cayeron un 50% en la provincia. Ahora los usuarios, en su gran mayoría y según datos de personal de la Aduana, sólo adquieren zapatos y ropa de origen chino a precios menores de U$S 25 para así evitar el recargo en el pago del impuesto.
De vieja data
Desde la Aduana afirmaron que el Decreto 161/99 y la Resolución de la AFIP 501/99, (ambos instrumentos) datan de la década de los noventa, por lo tanto defendieron su plena vigencia.
El Decreto 161/99 crea un régimen simplificado de importaciones, por el que se instruye a la AFIP a cobrar un impuesto para productos que se compren en el exterior y lleguen por correo cuando el envío supere el valor de U$S 25. Es decir que sobre aquellos paquetes que reciba el destinatario que exceda el monto permitido, se aplicará una alícuota del 50% sobre el valor excedente.
Era claro que antes de su puesta en marcha, los precios mucho más bajos que en el mercado local, envío gratuito y acceso a una gran diversidad de productos, habían convertido a varias páginas de todo el mundo en una tentación irresistible para los consumidores on line locales.
Tal fue el boom de las compras en páginas de China y otros mercados que el Correo estaba colapsado por la gran cantidad de paquetes que llegaban a diario. Incluso se vio obligado a cambiar algunas pautas de distribución de encomiendas y a destinar ventanillas especiales para el retiro de la mercadería.
La Aduana sólo detenía algunos envíos -generalmente los de los paquetes más grandes- y convocaba a los compradores a pagar el arancel correspondiente por la importación de un producto. El resto de las operaciones se distribuía a través del Correo sin que los consumidores debieran abonar ningún impuesto extra sobre el precio de la mercadería y el 35% vigente por la transacción en moneda extranjera.
Desde enero de 2014, con la declaración jurada, los consumidores deben detallar qué producto compraron y, de corresponder, abonar mediante un Volante Electrónico de Pago (VEP) las cargas correspondientes por el ingreso del producto al país. Para realizar el trámite se necesita clave fiscal con nivel de seguridad 2.
La declaración jurada y el pago deben realizarse antes de ir a buscar el producto al Correo. La AFIP recordó, a través de un documento publicado en su página web, cómo es el procedimiento para abonar un tributo mediante VEP.
Mal querido
Sin embargo, los consumidores se quejan ya que esta operación implica un trámite complicado que obliga a los ciudadanos comunes a realizar gestiones de importación como cualquier empresa que se dedique al rubro.
“No creo que siga comprando bajo esta modalidad por internet; hay que llenar formularios y luego en la Aduana hay que mostrar toda la mercadería para que ellos chequeen. Realmente es violento el proceso”, señalaba ayer la joven maestra Marisa González.
A su lado, el señor Roberto Llaver manifestó que antes de la puesta en marcha de la resolución de la AFIP, realizaba habitualmente compras en el exterior, de pequeños artículos para uso personal. Sin embargo y luego de los recargos para compras superiores a U$S 25 abandonó mucho su consumo on line.
“Me encontré que en esas compras no me llegaban cosas sencillas como un celular o una tablet. Directamente no me llegaban por lo que hace unos meses que no compro nada electrónico, sólo algún que otro accesorio para mi hija que es fanática de la cultura china”.
Pasado y presente
En Mendoza y hasta diciembre de 2013, era común ver el desfile de usuarios on line que retiraban todo tipo de mercadería de origen foráneo en Aduana del Correo Argentino.
El viernes al mediodía, un puñado de sólo cinco personas esperaban mansamente su mercadería.
“Estoy esperando el repuesto de un avión en miniatura que tengo. No es mucho en dinero, pero sí es necesario para que pueda funcionar y en Argentina no lo consigo”, explicó Carlos Torres, un apasionado del aeromodelismo.
A su lado, Patricia Carreño esperaba el llamado para buscar su mercadería adquirida en Perú. “Vi en internet, unos pañuelos muy bonitos que me gustaron mucho y a sólo U$S 15. Me animé a comprarlos porque no pasaban de los U$S 25 y así evitar pagar el impuesto con recargos”, concluyó la mujer.
Por lo pronto y ante las restricciones impuestas por la AFIP, las ofertas y la comodidad de adquirir productos y servicios a cualquier día y horario sin moverse de casa se están diluyendo entre los consumidores de páginas web del exterior y todo indica que la tendencia seguirá fuerte en 2015.