Las ventas minoristas en la región Metropolitana de Santiago de Chile anotaron el pasado julio una disminución del 2,2 % en comparación con el mismo mes de 2017, informó ayer la empresarial Cámara Nacional de Comercio (CNC).
De este modo, las ventas del sector acumularon en los primeros siete meses de este año un crecimiento real del 1,4 %, inferior al alza del 3,0 % anotada en igual período del 2017 en la principal región de Chile, de unos siete millones de habitantes.
El resultado de julio, según el informe, se explica en parte por un efecto calendario, pues este año tuvo un día laboral menos que en 2017, además de un sábado menos, "día importante para el comercio", comentó Bernardita Silva, gerente de Estudios de la CNC.
Agregó que a lo anterior, se suman dos lunes festivos, que no existieron el año pasado, “lo que pudo haber provocado una mayor salida de santiaguinos de la región aprovechando el fin de semana largo y afectando así las ventas del sector”.
Desaceleración
Durante julio, casi todos los sectores se desaceleraron y sólo Vestuario y Calzado marcaron resultados positivos, mientras que los demás anotaron bajas de distinta magnitud, según el informe.
Las ventas de Vestuario crecieron un 3,8 % interanual, tras haber anotado un 12 % en junio,
Dentro de la categoría, destacó Ropa de Mujer con un crecimiento del 8,5 % real anual, mientras que Vestuario Hombre anotó un crecimiento del 2,4 % real interanual.
Así ambas cerraron los primeros siete meses del año con crecimientos del 9,1 % y 3,2 %, respectivamente.
En tanto, Vestuario Infantil registró una baja real del 2,8 % interanual, acumulando a julio una baja marginal del 0,1 % real.
La actividad de Calzado tras crecer un 6,7 % interanual en junio, también se desaceleró en julio hasta un incremento real del 1,0 % interanual, para acumular en los siete primeros meses del año un aumento real del 1,4 %.
Las ventas de Artefactos Eléctricos, en tanto, anotaron en julio una caída en sus ventas del 3,8 % real interanual, para acumular desde enero un aumento del 2,8 % real.
Según Silva, la falta de dinamismo en el consumo se explica porque el mercado laboral aún no logra repuntar y, si bien hubo un leve aumento de los asalariados, aumentó la tasa de desempleo en respuesta a una mayor presión de la fuerza de trabajo.
A ello se suma el debilitamiento de la masa salarial, “influido, en gran parte, por el casi nulo crecimiento de las remuneraciones reales, afectadas por una mayor presión inflacionaria, junto a un estancamiento en el crecimiento de los ocupados”, explicó.
“Creemos que este año el sector minorista irá levemente de menos a más, ayudado en parte por una menor base de comparación en la segunda mitad del año”, consideró la experta.
“Los riesgos de este crecimiento se encuentran por el lado de la debilidad del mercado laboral y los salarios y también por el efecto inflacionario que pueda tener el alza del dólar en los precios locales”, concluyó.