El británico Mark Cavendish (Omega Pharma) ganó ayer el sprint, la quinta etapa del Tour de Francia, con final en Marsella, en una jornada en la que el australiano Simon Gerrans (Orica) conservó la malla amarilla de líder de la carrera.
Después de un recorrido de 228,5 kilómetros, Cavendish se impuso en los últimos metros al noruego Edvald Boasson Hagen (Sky) y al eslovaco Peter Sagan (Cannodale). El cuarto puesto fue para el alemán André Greipel (Lotto) y el quinto lugar lo logró el italiano Roberto Ferrari (Lampre).
Lanzado por uno de sus gregarios, el belga Gert Steegmans, Cavendish culminó la faena y logró su primera etapa en la 100ª edición del Tour. “Para ser honesto, no fue un sprint complicado. Sólo tenía que aguardar a la rueda de mis compañeros, que hicieron un gran trabajo”, reconoció el británico.
Nacido en la Isla de Man, Cavendish, de 28 años, suma con este triunfo 109 victorias como profesional, 14 de ellas esta temporada. “Tenía que ser paciente. He hecho el esfuerzo cuando quedaban 150 metros. No estoy todavía al 100%, pero la victoria ha llegado y ahora tengo una moral excelente”, relató Cavendish, que fue uno de los implicados en una de las caídas de la primera etapa.
El británico se sitúa, con 24 triunfos en el Tour, en el cuarto puesto del ranking histórico a diez etapas del primer clasificado, el legendario belga Eddy Merckx, que ganó 34 entre 1969 y 1975.
“No está mal, pero sin duda espero ganar más”, declaró al respecto un ambicioso Cavendish.
Antes, la escapada importante del día estuvo formada por seis ciclistas. Impulsados por el belga Thomas de Gendt; Kevin Reza, el japonés Yukiya Arashiro, Romain Sicard, Anthony Delaplace y el kazajo Alexey Lutsenko, de 20 años y campeón del mundo de promesas, comenzaron la aventura.
El grupo llegó a contar con 12 minutos y 45 segundos de ventaja respecto del pelotón en el kilómetro 37, antes de que el equipo Orica, la formación del líder, acelerara el ritmo y comenzara la persecución. Pero los escapados aguantaron y el Orica sólo pudo recortar escasamente la diferencia. Hizo falta la ayuda de los equipos de los velocistas para acabar con la fuga, que todavía tenía siete minutos de ventaja cuando restaban 60 kilómetros.
En la parte final la escapada se descompuso. Cayeron Sicard y Delaplace a falta de 50 kilómetros, mientras que De Gendt, el más activo pagó el esfuerzo en el puerto de Gineste. Los últimos supervivientes, Lutsenko y Reza, fueron atrapados ya en Marsella, cuando restaban cuatro kilómetros, con los ciclistas del Omega Pharma ultimando la estrategia para Cavendish.
En la última recta, después del sprint por la victoria, se produjo una caída masiva, sin que aparentemente ningún ciclista resultara herido de gravedad, que hizo que una parte del pelotón se parara antes de cruzar la línea de meta.