Gustar y golear aún no son materias que San Lorenzo apruebe. Con una gran efectividad y una idea de juego consolidada que le permite neutralizar a sus rivales, superarlos y traducir en la red lo poco que genera, el equipo de Bauza sigue firme en sus dos frentes. Con un gol de Cauteruccio en la segunda parte, le ganó 1-0 a Atlético Rafaela y llegó a cuartos de final de la Copa Argentina.
Puntero junto a Boca en el torneo local, el Ciclón suele dejar gusto a poco en cuanto a su nivel pero tiene una eficacia tremenda y siempre se va ganando. En este escenario, el choque ante La Crema asomaba como un nuevo paso en su camino ascendente. El Patón decidió poner a sus mejores piezas. Solo cuidó a Yepes, que llegaba con molestias y decidió darle lugar a Blandi en el ataque, por Cauteruccio. Pero el exBoca salió lesionado en el primer tiempo y el uruguayo saltó a la cancha para acompañar a Matos en ofensiva. Antes de salir, Blandi tuvo una clarita a los 14’, con una media vuelta que salió pegada al palo derech0. Minutos después probó Villalba desde afuera con un tiro débil.
En la segunda parte, los de Astrada se recostaron cerca de su área, apostando a una contra. Y San Lorenzo empezó a crecer. Con la sociedad Buffarini-Villalba desbordando por derecha y con la presencia siempre peligrosa de sus dos tanques de área. Villalba quedó cara a cara con el arquero Wemer y su remate fue al bulto. Hasta que a los 25’, el Ciclón pudo filtrar la defensa de Rafaela. Para eso necesitó de un pase bárbaro del Pitu Barrientos (entró por Matos) con rosca para que caiga entre los centrales rivales, ideal para Cauteruccio. El uruguayo la dejó correr y sacó un latigazo letal.
Otra vez a San Lorenzo le alcanzó con poquito. El ingreso de Barrientos lo sacó del molde en el que había entrado y le dio esa cuota de talento que le hacía falta. Y arriba siempre aparece alguien. Muchas veces fue Matos, otras tantas Cauteruccio. El Ciclón gana. Sigue en lo más alto del torneo junto a Boca y avanza en la Copa Argentina. No gusta, ni golea. Y tendrá varias cosas por pulir. Pero lo hará con la satisfacción de llevarse siempre los tres puntos.