La
gastritis aguda
es causada cuando la mucosa gástrica que rodea al estómago se inflama. Esta hinchazón provoca diferentes irregularidades, como pueden ser las hemorragias subepiteliales. Las molestias que surgen como consecuencia de este cuadro incluyen indigestión, sensación de náuseas y vómitos, entre otros indicios que indican un cuadro de este tipo.
Es importante tener en cuenta que existen dos tipos de gastritis aguda y su clasificación responde al origen de la enfermedad. Tenemos así la gastritis aguda erosiva, que se presenta cuando el paciente presenta erosiones hemorrágicas, y la gastritis aguda no erosiva, que suele ser provocada por una bacteria llamada
"helicobacter pylori"
.
Entre los síntomas que caracterizan a la gastritis aguda encontramos: hipo, sensación de náuseas, indigestión abdominal, pérdida de apetito, heces negras y vómitos, aunque no siempre se presentan todos estos signos, por eso es clave prestar atención a las primeras señales.
El tratamiento de la gastritis aguda no es el mismo para todos los casos, sino que el abordaje estará sujeto a los factores que causaron la enfermedad. En algunos casos se utilizan antibióticos, mientras que en otros se recomienda la ingesta de antiácidos, entre otras soluciones.
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