Por algo es el mejor equipo del Torneo Federal hasta el momento: 12 partidos disputados, 10 triunfos y sólo dos derrotas. Por ello, no podía cerrar el año con otra derrota. Tenía que recuperarse (venía de caer ante San Martín y Facundo) y así entendieron el mensaje sus jugadores. Rivadavia volvió a brillar en todo sentido y aplastó, en el clásico del Este, a la Municipalidad de Junín por 99-61.
La diferencia de un equipo y otro quedó plasmada desde el primer cuarto. Rivadavia es un equipo que juega de memoria. Y sus movimientos ya se conocen a la perfección. Defensa fuerte y asfixiante y salida rápida en transición.
En el juego estacionado, la conducción queda para Grenni y el base cordobés hace brillar la batuta a gusto y placer. Así fue dominando un juego que le permtió sacar 14 puntos de diferencia en el primer cuarto (11-25). En el segundo capítulo, la historia fue similar pero el que ganó todo el protagonismo fue Facundo Alberici.
El polifuncional jugador cordobés está atravesando un gran momento en lo personal y cada movimiento suyo es determinante. Cuando se lo propone, no tiene marca. Furioso en el uno contra uno y determinante desde el perímetro. Con estas virtudes, sumado al gran trabajo defensivo, el Naranja se fue al descanso largo con 15 puntos arriba: 30-15.
Pero la historia se definió en el tercer cuarto. Junín nunca pudo entrar en juego y Rivadavia le tiró su jerarquía. Diferencia de 30 puntos (44-74) e historia liquidada.
El Naranja volvió a demostrar porque es el mejor equipo de la categoría.
Increíble derrota de Anzorena
Tenía el partido controlado. Lo ganaba faltando 20’’ por un doble, pero un triple de “Tati” Bonini complicó la historia (83-82) y una posterior falta técnica a Revellino, hizo que todo el laburo realizado en el juego se cayera como un castillo de naipes. Perdió Anzorena en su visita a Facundo por 86-82 y cerró el año con otra derrota.