El catecismo ilustrado, un exitoso invento mendocino

En la religión católica se denomina catequesis a la instrucción de los contenidos de la fe que se brinda a los que se inician en ese credo confesional. Este catecismo se brinda en general a base de textos de libros, algunos de origen chileno, que son leídos por los catequistas a los niños y otras personas.

Pero desde hace un tiempo circula en las parroquias de Mendoza una literatura aggiornada e ilustrada para enseñar el catecismo, ideada por Juan Carlos Vignoli, el cura párroco diocesano de Santa María Goretti, la iglesia de Mayor Drummond (Luján de Cuyo).

Vignoli realizó una adaptación del catecismo de la Iglesia Católica para Mendoza, creando una serie de fascículos muy coloridos, con historietas creadas por el dibujante, también mendocino, Guillermo Miras.

"Se trata -dijo el sacerdote que lleva los hábitos hace 30- de un lenguaje nuevo que responde al mundo cultural en el que se mueve el niño: la historieta, el juego, los títeres y las figuritas, entre otros aspectos".

Pero, el contenido "responde al esquema tradicional del catecismo de la Iglesia, es decir lo que creemos, celebramos, oramos y vivimos.
 
Esos cuatro aspectos son los que están desarrollados a través de este lenguaje nuevo de la historieta", añade el cura, quien además ha creado otras producciones gráficas, como "Francisco, el papa", un fascículo que vio la luz luego de la proclamación de Jorge Bergoglio en el Vaticano.
 
Rápido de reflejos, el párroco de Drummond le puso como epígrafe a la publicación "Pequeño homenaje al papa argentino, jesuita y cuervo".

Con renovados recursos lúdicos y didácticos, el trabajo creado para la catequesis enseña religión básica a través de un "Facebook cristiano" con personajes de historieta, juegos de tablero, un rompecabezas, el año litúrgico en comics y hasta ofrece un álbum de figuritas con los temas tratados en las distintas clases.

Mensaje más actual

La adaptación la hizo Vignoli, pero la representación gráfica fue creación del dibujante Guillermo Miras (56), que trabajó en publicaciones nacionales como Fierro y Hortensia e internacionales.

"Vivimos -explica Miras- en una década donde prevalece el 'desarrollo de la imagen', y por tal motivo el primer paso fue diseñar personajes que no fueran demasiados infantiles ni demasiados extravagantes. En ese equilibrio deberían transmitir un mensaje que no atentara contra una catolicismo muy conservador. En un trabajo de equipo, el Jesús humorístico -por ejemplo- es casi una réplica de lo que hemos visto de Cristo desde la Edad Media, aunque algunos dicen que se parece más al autor".

"En síntesis -concluye el ilustrador- este trabajo me ha permitido transmitir sanamente, enseñar y entretener sin llegar a la violencia o a vocabularios inapropiados; es la mejor recompensa que se pueda recibir y un legado positivo para las futuras generaciones".

¿Qué había antes para llevar adelante la catequesis?, le preguntamos a Vignoli. "Había un material impreso, en general proveniente de Chile. Pasamos de la cultura del libro a la cultura de las ventanas, a la imagen, con un Cristo cercano que genera simpatía y familiaridad", responde el religioso al terminar su misa diaria en la parroquia Goretti.

El proyecto del catecismo ilustrado no hubiera prosperado sin la aprobación del Arzobispado de Mendoza, del que dependen el templo de Drummond y su sacerdote.

El arzobispo Carlos María Franzini apoyó la idea y conectó a Vignoli con la editorial española PPC, que fue la plataforma para editar la obra. En la misma solapa de la entrega, Franzini escribe: "Queridos niños, el material que hoy llega a sus manos los ayudará a conocer y amar a Jesús y experimentar el amor de Jesús en sus vidas...".

El catecismo de Vignoli-Miras llega a un universo de 2.300 niños, pertenecientes a parroquias del Valle de Uco, el Sur, Godoy Cruz, Las Heras, Lavalle, Luján de Cuyo y Maipú.

Además, los representantes de la parroquia de Goretti también han ideado un material ilustrado para jóvenes que se preparan para la confirmación.