La atribución del Mundial 2022 a Catar y las posteriores acusaciones de corrupción constituyen uno de los asuntos más importantes que tendrá que afrontar el nuevo presidente. El 2 de diciembre de 2010 Joseph Blatter anunció que el riquísimo emirato sería el encargado de organizar el torneo en 2022. Luego, esta decisión fue uno de los factores que desencadenó la grave crisis que sacude a la máxima entidad del fútbol mundial.
Primero fue la prensa inglesa la que denunció la corrupción, pero luego fue empuje de Estados Unidos, que finalizó la votación justo por detrás del pequeño país de 2,2 millones de habitantes, lo que abrió la investigación que ‘explotó’ en mayo pasado cuando la justicia estadounidense dio el gran golpe.
Esa madrugada en el hotel Baur au Lac, donde se hospedaban los ‘popes’ de la FIFA (antes de la reelección de Blatter), la policía suiza ayudada por el FBI detuvo a siete de estos dirigentes.