Conseguir recursos para convertir nuestro poblado en una ciudad. Negociar con el mejor postor para poder prosperar a partir de la piedra, la lana o la madera: esas son algunas de las líneas básicas que que siguen aquellos jugadores que se sientan alrededor de una mesa y durante una hora como máximo para disputar una partida de Catan.
Quienes saben de este tipo de entretenimiento advierten que es el juego que marcó un antes y un después. "Fue una bisagra. Es fundacional de los juegos de mesa modernos", cuenta Gonzalo Casas (47), coleccionista experto en la temática, quien subrayó que una de las claves del juego es la libre negociación.
"Creo que es lo más importante del juego, por eso ha pegado más entre los más jóvenes y es lo que le agrega dinámica, porque genera mucha interacción", aseguró Casas, indicando que al Catan, en particular, se lo considera como un gateway o un juego que jace de portal hacia otros más complejos.
¿De qué se trata?
El objetivo del juego, que es estratégico, es construir pueblos, ciudades y caminos sobre un tablero que tiene piezas hexagonales -por eso se lo denomina "modular"-, y que puede modificarse con cada partida. Mientras se desarrolla, los jugadores van acumulando cartas que representan recursos aunque también hay otras que son "especiales".
También se juega con dados, aunque el objetivo no es llegar a un destino, como si fuera la Oca, por ejemplo, sino adquirir recursos (cada uno tiene un número asignado en el tablero que va del 1 al 12) o realizar otros movimientos tácticos. Al final, se impone el jugador que acumula diez puntos luego de construir ciudades y obtener cartas con puntaje.
“Es una representación básica de una civilización. Responde a una escuela europea -principalmente alemana- que nace luego de la Segunda Guerra Mundial con juegos de tipo estratégicos, menos conflictivos y diferentes a los de Estados Unidos, que son más bélicos”, remarcó Casas.
El creador del juego fue el dentista Klaus Teuber, quien gestó y patentó Catan a mediados de los 90 para salir de una crisis económica familiar. Tal ha sido el impacto de este juego, cuyo inventor fue premiado por la innovación, que ha sido traducido en más de diez idiomas y se afirma que se han vendido más de 20 millones de unidades en todo el mundo.
Para quienes no pertenecen al mundo de los juegos de mesa, pero conocen a los más comerciales, Catan se acerca al juego de estrategia bélica TEG (Táctica y Estrategia de Guerra), aunque los especialistas señalan que la comparación es un poco forzada. "Se parecen por la búsqueda de una disposición táctica, de como te posicionás en el mapa, pero si creyeras que es sólo eso te quedarías con lo más básico", destacó Casas.
Desembarco
El juego se consigue en Mendoza -de hecho hoy hay una instancia clasificatoria de un torneo- y su precio de venta está entre los $1.800 y los $2.000. La diferencia de precio se debe a que hay dos marcas que lo comercializan: Top Toys y Devir.
Guido Escot tiene un comercio dedicado especialmente a los juegos de mesa, Aquí Hay Dragones, donde dice que el Catan se vende casi a diario. "Llegamos a vender 10 en una semana y este lunes llegaron 36 más. Ya vendimos cuatro", aseguró.
Escot explicó que lo que atrae es que es un juego rápido pero en el que sin embargo no se gana fácilmente: "Tiene metas claras, tardás como mucho una hora en terminar una partida y podés jugar varias durante una juntada. La variabilidad del juego es clave, empezás en lugares diferentes cada vez".
Por su parte, Hernán Navarrete y Matías Pereira, clientes de Guido, contaron que el Catan es un juego de referencia, como ocurre con otro llamado Carcassonne. "Es un juego de diseño, con varios aspectos pensados para el desarrollo del mismo. No elimina jugadores, tiene una duración preestablecida y si bien el azar está, la negociación entre jugadores por los recursos lo matiza", explicó Hernán en tanto que Matías agregó: "Está diseñado para que sea una experiencia agradable, ideal para empezar con juegos de mesa".
Un punto final
Joaquín y Camila administran Coffee and Meeples, un emprendimiento pensado para que los jugadores mendocinos puedan ir a divertirse mientras disfrutan de la cafetería. Allí, como no podía ser de otra forma, el famoso Catan es uno de los juegos más requeridos (aunque hay muchos otros que también tienen demanda).
“Catan marcó un punto final a los juegos eternos, como el Estanciero o el Monopoly (que en realidad son el mismo juego). Te mantiene todo el tiempo activo, no es que podés hacer otra cosa mientras no es tu turno”, explicó Joaquín.
Además, agregó que el juego tiene mucha estadística y posicionamiento. Según Joaquín, vuelve a las matemáticas algo entretenido, aunque al decirlo suene algo aburrido. "Es un juego enganche, no hace que una persona que nunca ha participado de juegos de este tipo se asuste", contó. Camila, por su parte dijo que otros juegos tan pedidos como Catan son King of Tokyo y Bunny Kingdom que no tienen niguna similitud con el protagonista de esta nota. "Del Catan vienen expansiones y otras temáticas, como Game of Thrones o Star Wars. Son impresionantes el crecimiento y la variedad", comentó.
