Una "marea humana" en Barcelona volvió hoy a pedir la libertad de los líderes independentistas catalanes encarcelados, lo que puso a prueba la capacidad de movilización de un movimiento que se reorganiza tras el fracaso de la proclamación de separación.
Al grito de "Llibertat, Llibertat!", unas 750.000 personas, según la Policía, desfiló entre la Sagrada Familia y el mar, a lo largo de 3,3 kilómetros.
La manifestación estuvo encabezada por los familiares de los ocho ministros del presidente catalán cesado, Carles Puigdemont, y de los "dos Jordi" (Sánchez y Cuigart) encarcelados por la jueza Carmen Lamela, acusados de "rebelión" y "sedición" por haber impulsado de manera pacífica el proyecto político de la independencia catalana.
En la marcha hubo muchos momentos de emoción, en especial, cuando miles de personas encienderon la luz de sus celulares apuntando los aparatos hacia el cielo, en homenaje a los diez "prisioneros políticos" catalanes.
A lo largo de la marcha, que tuvo lugar sólo 15 días después de la declaración de independencia votada por el parlamento de Barcelona, tampoco faltaron los gritos "Puidgemont, nuestro presidente".
Semanas atrás, el "govern" independentista fue destituido por el premier español Mariana Rajoy a través de los poderes especiales previstos en el artículo 155 de la Constitución. El parlamento fue cerrado, mientras que la suerte de Puigdemont y otros cuatro ministros está en Bélgica, a los que les han sido emitidos mandatos de arrestos y pedidos de extradición.
Por otra parte, el vicepresidente Oriol Junqueras y otros siete ministros están en la cárcel. La presidenta de esa asamblea, Carme Forcadell, fue detenida el pasado jueves y logró recuperar la libertad al día siguiente, tras el pago de 150 mil euros.
Forcadell no participó en la marcha por consejo de sus abogados y lo mismos hicieron los diez "detenidos políticos" y el mismo Puidgemont: todos ellos corren el riesgo de ser condenados a 30 años de cárcel.
Desde Bruselas, Puidgemont difundió un llamado "a todos los democráticos del mundo" para que respalden a los reclamos que llegan desde Barcelona.
"Tenemos, aunque algunos estemos lejos y otros en la cárcel, una cita para expresar con un clamor unitario, con un clamor alto y claro, que queremos libertad y queremos democracia, que queremos en casa a todos los que están en la cárcel o fuera", dijo el presidente catalán destituido Carles Puigdemont, que se encuentra en Bélgica reclamado por la justicia española.
En este mensaje, difundido por la televisión pública catalana TV3, Puigdemont animó a sus partidarios: "Nos hemos de volver a hacer escuchar, que todo el mundo escuche a estas voces plurales, que enviemos un mensaje muy nítido y muy claro".
Ese mensaje ha de ir dirigido, según Puigdemont, "al Estado español, (que) así no puede continuar; a la comunidad europea, (que) deje de mirar a otro lado".
Inicialmente, la marcha por los dirigentes políticos en prisión estaba prevista para el 12 de noviembre, pero se adelantó a hoy para que tenga ecos de las grandes manifestaciones del 11 de septiembre, cuando se celebra la fiesta nacional de Cataluña.
Las fuerzas políticas cierran listas
Tanto en el exilio belga como en las cárceles madrileñas, o los centros del poder en Barcelona, uno de los temas clave de esta fase política es la preparación de las elecciones del 21 de diciembre. El ERC, que según los sondeos es el partido favorito, decidió hoy que irá a las urnas en solitario, sin otras formaciones.
A su vez, Puidgemont está preparando junto con los líderes del Pdecat, Artur Mas y Marta Pascal, una "Lista del presidente", en la que se presentarán también los otros ministros exiliados o en la cárcel.
Otros dos partidos, Podemos y En Comú -al que adhiere la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau- lanzaron hoy una lista que en vista de los resultados electorales, podría convertirse en una fuerza clave entre los unionistas y los independentistas.
Los partidos que defienden a la unidad de España estarán liderados en cambio por Miquel Iceta, al frente de los socialistas, y por Inés Arrimada, de Ciudadanos.
Mañana Rajoy visitará Barcelona para impulsar la candidatura del jefe de la lista del Partido Popular, Xavier Albiol. Para el premier español será la primera visita a Barcelona desde la aplicación del artículo 155 que decapitó a las instituciones catalanas.