Jorge Castillo, dueño de La Salada de Santa Rosa, desmintió al intendente Sergio Salgado (PJ) y negó, durante una reunión con concejales, que su feria textil deba dos millones de pesos al municipio.
“Salgado es un pillo (sic) al que le faltan $ 25 millones en su comuna y quiere desviar la atención al decir que La Salada le debe plata. No es cierto. Hemos puesto en este departamento más dinero del que imaginan”, aseguró.
En los últimos días, el intendente había dicho que La Salada debía el total de las tasas municipales desde su inauguración, hace ya dos años y medio, una suma que, según la ordenanza tarifaria, asciende a $ 2 millones.
Para aclarar los tantos sobre esa supuesta deuda, Castillo viajó a Santa Rosa, acompañado por algunos guardaespaldas y por su abogado, Fernando Solorsa, quien aseguró que “el municipio recibió en estos años un promedio de $ 10 millones, dinero que salió de la playa de estacionamiento de La Salada, que desde el primer día administra la comuna, de manera exclusiva”.
Antes que nada, hay que recordar que La Salada funciona de manera irregular, sin habilitación municipal: “La verdad es que La Salada no debe impuestos, sencillamente porque no está habilitada y eso es responsabilidad del intendente. Desde el Concejo hemos insistido para que se regularice esa situación, donde también entra el manejo irregular de la playa que deja ganancias millonarias que no sabemos dónde van”, acusó el concejal Antonio Ponce (PD).
La feria textil inauguró en setiembre de 2013, abre sábados y domingos y tiene un promedio de 900 puestos de venta. La mitad son construcciones de ladrillos de dos metros por tres, pero también hay muchos puestos que funcionan como el primer día: techos de lona y piso de tierra. Los feriantes pagan $ 500 por jornada, salvo los santarrosinos que pagan sólo $ 30 por abrir un puesto.
“Nadie quiere cerrar La Salada, pero sí que se regularice porque las obras no están terminadas, el cableado cuelga por todos lados, faltan baños y agua potable, entre otras irregularidades”, enumeró la concejal radical Norma Trigo. Castillo dice que tiene presentados en la comuna los planos, que trabaja en la obra y que tramita la habilitación desde el inicio: “No me la dan, tampoco me dan explicaciones por la demora ¿Qué hago? ¿Le pateo la puerta al intendente?”, le contestó a Los Andes.
Como forma de pago, Castillo y Salgado acordaron en 2013 y de palabra, que la administración de la playa de estacionamiento quedaba en manos de la comuna y así funciona desde entonces, con unos tiquets informales que el automovilista recibe como comprobante.
Según la gente de Castillo, sólo la playa arroja ganancias que en promedio, suman $ 50.000 por día de feria: “Yo no sé qué hace la comuna con esa plata, no me meto”, dijo el empresario, que ayer decidió romper el acuerdo y tomar el control de la playa: “Desde marzo, el estacionamiento será nuestro; que me habiliten y me cobren las tasas municipales”.
Para la comuna, la cifra diaria de la playa ha sido menor y ronda los $ 10.000, pero en cualquier caso ese acuerdo de palabra nunca fue llevado a un convenio escrito y lo más grave es que tampoco hay registro contable, en Rentas, del dinero.
El concejal oficialista Gustavo Ibarra, explicó que el dinero de la playa “ha servido para distintas instituciones, clubes, jardines y escuelas que han recibido esa plata. Así se ha manejado”, aunque admitió que ese dinero nunca se manejó a través de Rentas: “Sí, posiblemente haya sido un error”, aceptó.
Finalmente, en Santa Rosa cobraron los municipales de las clases 3 a la 8 pero faltaban por cobrar las categorías más altas y a todos les adeudan noviembre. Además, a concejales y funcionarios se les adeudan cuatro meses de sueldos y aguinaldo. Por estos días, un grupo de empleados municipales se mantiene en huelga frente al municipio.
