La Suprema Corte anuló el fallo absolutorio de la Segunda Cámara del Crimen de septiembre del año pasado por el caso Soledad Olivera -en el cual Mariano Luque fue absuelto por el beneficio de la duda.
Los jueces decidieron declarar nulo el juicio y pidieron uno nuevo en otro tribunal. Además, solicitaron la calificación legal de los hechos como homicidio
El pedido de revisión fue presentado en forma conjunta por la Secretaría de Derechos Humanos, a la que representa Fernando Peñaloza y el Ministerio Público, identificado con el fiscal Darío Tagua, en octubre del año pasado después de que el caso quedara impune y el único sospechoso libre.
Mario Adaro, Omar Palermo y Herman Salvini -los integrantes de la Sala Penal- consideraron que el fallo era arbitrario porque no consideró las pruebas del caso desde el paradigma de la violencia de género y porque el tribunal le dio valor a un conjunto de hipótesis sin sustento probatorio violando el método de exclusión de alternativas.
Además, la Corte provincial sugiere calificar el caso como homicidio por las características particulares de la desaparición de Soledad y el tiempo que ha transcurrido desde la última vez que se la vio con vida a la joven.
El juicio
En septiembre de 2015 la Justicia absolvió a Mariano Luque, el único imputado en el jucio por privación ilegítima de la libertad de Soledad Olivera, quien desapareció el 18 de noviembre de 2011, camino a la finca donde vivía Luque en Lavalle y el mismo lugar donde un año más tarde desapareció la adolescente lavallina Johana Chacón (13).
Luque fue absuelto por el beneficio de la duda, quedó en libertad y el caso quedó impune.
El fiscal de cámara solicitó al tribunal de la Segunda Cámara del Crimen que condenara a Luque (30) a 6 años de prisión, el querellante Fernando Peñaloza pidió 20 años de prisión por el delito de homicidio simple y los defensores María del Carmen Aguilar y Adolfo Aguilar sostuvieron la inocencia de su cliente y pidieron la absolución.
Desapariciones vinculadas
Mariano Luque además de ser sospechoso por la desaparición de Soledad Olivera, está imputado desde noviembre de 2015 de "homicidio simple" por el caso Johana Chacón.
El hombre fue señalado por su expareja y hermana de la lavallina de 13 años, Beatriz Chacón, como el autor del asesinato de Johana.
"La mató delante mío", les dijo a los pesquisas.
De acuerdo al relato de Beatriz Chacón, Marino Luque ahorcó con una cuerda a Johana, quemó su cuerpo y lo enterró en la finca donde vivía. Luego desenterró los restos, los guardó en una bolsa y la mujer no supo más nada de lo que ocurrió, según su testimonio.
Beatriz también deslizó que Luque tenía que ver en la desaparición de Soledad Olivera.
Está comprobado por los dichos de testigos que hacia 2010 Olivera y Luque eran amantes. Olivera, madre de tres hijos y sin pareja, trabajaba eventualmente en la finca olivícola que está a cargo de la familia de Luis Curallanca (Luis, de hecho, vive con la madre de Luque).
Cuando Olivera desapareció, su familia hizo la denuncia ante el fiscal Darío Nora, quien no movió demasiado el expediente hasta que once meses más tarde desaparició Johana Chacón.