"Lo que más ruido hace es que se haya usado un monomotor para este viaje", aseguró el piloto comercial Juan Carlos Minetto respecto del caso del avión Piper PA-46 Malibú a bordo del cual viajaba el jugador de fútbol argentino Emiliano Sala.
El domingo se conoció que la aeronave, desaparecida la noche del 21 de enero, en la que viajaba el joven junto al piloto fue encontrada el lecho marino en el Canal de la Mancha cuando se dirigía hacia Cardiff (Gales) proveniente de Nantes (Francia).
Ayer se supo que uno de los cuerpos se encuentra en el fuselaje. Minetto, vicepresidente del Aeroclub La Puntilla, aseguró que hacer ese tipo de viaje con un monomotor es "tener un solo tiro" en referencia a que un avión con dos motores podría haber sorteado el problema mecánico -si es que lo hubo- en caso de que uno de ellos dejara de funcionar.
"Con un bimotor tenés la opción de que, si uno falla, podés llegar tranquilamente con el otro a destino o al aeródromo más cercano", explicó. Vale recordar que Minetto participó en 2017 de la búsqueda del avión Mitsubishi turbohélice que se perdió en San Fernando, Buenos Aires, cuando iba rumbo a Formosa.
Desorientación
Una de las hipótesis más fuertes es que el piloto, David Ibbotson, sufrió de "desorientación espacial". Esto significa que podría haber estado en una situación - por ejemplo adentro de una nube- que le hubiese impedido orientarse mirando por la ventana.
Un caso famoso de este fenómeno es el que le ocurrió a John Kennedy Jr., quien murió tras estrellarse en el Océano Atlántico con su avión. Gustavo Marón, doctor en derecho aeronáutico del Centro de Instrucción, Perfeccionamiento y Experimentación (CIPE), explicó a Los Andes que la desorientación espacial consiste en la pérdida de conciencia situacional.
De todas formas, antes de explicar de qué se trata, aclaró que para el caso de Sala son todas especulaciones estimativas ya que la causa real, o más probable, del accidente surgirá del peritaje de los organismos de investigación de accidentes que diseccionan el caso, factor por factor, conforme lo previsto en el Anexo 13 del Convenio de Aviación Civil Internacional. "Por desorientación espacial se hace referencia a que no sabés dónde estás, o hacia dónde vas, o a qué altitud real estás, o con qué actitud general de la aeronave.
Por ejemplo, dentro de una nube, de noche, podés estar volando muy inclinado sobre el eje longitudinal o vertical y no te das cuenta", detalló el especialista. Además, agregó que la desorientación espacial incluye la pérdida de conciencia respecto de la información que dan los instrumentos. Allí juegan otros factores como la llamada "lateralidad". Marón citó un ejemplo para clarificar: "Tu cerebro asume que debe leer de izquierda a derecha porque aprendiste así. Pero eso dificulta decodificar la información cuando leés instrumentos de derecha a izquierda o de arriba a abajo. La lateralidad es uno de los primeros elementos contribuyen a la desorientación".
Minetto no cree que se trate de un caso de desorientación espacial, por el estado de conservación del fuselaje. Por tanto, considera que el accidente aéreo puede haberse dado por clima adverso o la falla de un motor.Vale aclarar que los pilotos, en caso de que un avión esté volando adentro de una nube o de noche, deben saber comprender los instrumentos para no volar completamente a ciegas. Esta es otra de las especulaciones respecto del caso Sala: que el piloto no estuviera calificado o no tuviera entrenamiento para la tarea.
"Para poder comprender los instrumentos se debe contar con la habilitación de vuelo básico y nocturno. En Argentina, todo piloto comercial tiene esta habilitación, pero los otros pilotos pueden obtenerla para volar 55 millas, como en el caso de Mendoza, alrededor del aeropuerto del que despegó", informó Minetto.
Peligros
Algunas hipótesis señalan que la zona por donde el avión circulaba era complicada por su meteorología. Sin embargo, Marón aseguró que de noche Europa es un "arbolito de Navidad", ya que las referencias de visuales son numerosas.
"Y en cualquier condición, de día o noche, la zona del Canal está remachada de aeródromos, a uno y otro lado de sus costas", graficó agregando que también circulan gran cantidad de embarcaciones, que también sirven de referencia. Existe la creencia de que los aviones más chicos son más peligrosos que las aeronaves comerciales, como los Boeing o los Airbus, que son los que tiene, por ejemplo, la aerolínea de bandera nacional. Minetto indicó que esto, más que a una cuestión de tamaño, tiene que ver con la altura a la que vuelan.
"Generalmente los aviones chicos vuelan donde están las condiciones atmosféricas más complicadas. Y la zona por donde pasó el Piper que llevaba Sala es bastante complicada. En cambio, los aviones grandes además tiene dos motores como mínimo y doble instrumental de todo", concluyó.