La causa Próvolo no da respiro a los investigadores en los pasillos judiciales. Día a día continúan sucediéndose declaraciones en cámaras Gesell, y los detalles de lo declarado por víctimas y testigos recientemente no dejan de sorprender por lo aberrante (algo que ya se ha convertido en una triste constante).
Según trascendió en las últimas horas, durante las recientes entrevistas varios jóvenes han sumado detalles de los episodios y han surgido nuevas acusaciones contra el cura Nicola Corradi, las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez, otros trabajadores de los albergues e -incluso- mencionan un supuesto abuso cometido por otro cura (un tercero que se sumaría a Corradi y a Horacio Corbacho), Luigi Spinelli. Este último falleció en diciembre del año pasado, por lo que de confirmarse la acusación no tendría incidencia alguna en la causa penal.
Más allá de esto, desde la fiscalía comandada por Gustavo Stroppiana -quien instruye la causa- no estarían en condiciones aún de imputar nuevos hechos, puesto que aún resta determinar si estas acusaciones corresponden a hechos ya denunciados y registrados, o bien constituyen nuevos casos.
Otro tema que preocupa -y mucho- a los investigadores es la dificultad para lograr concretar las mencionadas cámaras Gesell. Es que durante las últimas dos semanas hubo algunas complicaciones para que denunciantes y testigos comparezcan. De hecho, la semana pasada se suspendieron dos audiencias luego de que los testigos hayan decidido no comparecer.
Y en el expediente hay -al menos- 2 denuncias que vinculan directamente estas situaciones a amenazas en la vía pública contra denunciantes. Es que fuentes judiciales no dudan en asegurar que la intención es amedrentar a los denunciantes para que dejen de aportar información sobre lo ocurrido en el instituto religioso para chicos sordos de Carrodilla.
Más acusaciones
En las últimas declaraciones, el cura Nicola Corradi (81) -quien ya tenía acusaciones por abusos en las sedes del Próvolo de Verona (Italia) y de La Plata, episodios que habrían ocurrido antes de su llegada a Mendoza- ha vuelto a ser involucrado por los nuevos comparecientes en situaciones similares. Lo mismo que Kosaka -a quien siguen acusando de tocar a muchas de las chicas que dormían en el albergue de mujeres del instituto lujanino-.
Las flamantes acusaciones incluso involucran a otro ex trabajador del instituto, que se desempeñaba en la parte administrativa (al igual que 3 de los imputados y detenidos hasta el momento), pero que no está imputado aún por la Justicia.
“En las últimas audiencias se han cruzado los testimonios de los nuevos denunciantes con lo que ya habían denunciado otros jóvenes. Y hay muchas coincidencias. Ahora resta determinar si se refieren a los mismos episodios o si forman parte de nuevos casos. No se descarta que algún hecho nuevo pueda surgir”, indicaron fuentes de la investigación.
Miedo de denunciantes
Si bien las últimas cámaras Gesell se pudieron desarrollar con normalidad, la semana pasada hubo algunas complicaciones y desde el núcleo de la instrucción las adjudican a amenazas que buscan silenciar a los denunciantes.
Por ejemplo, el lunes de la semana pasada iba a declarar una supuesta víctima que debía llegar desde afuera de Mendoza. Sin embargo, a último momento decidió no hacerlo.
Al día siguiente, una joven evidenció comportamientos extraños durante la audiencia y -según indicaron desde su entorno- declaró “mucho menos” de lo que ya había comentado haber vivido en el Próvolo.
El miércoles pasado otra denunciante que debía llegar a Mendoza también para aportar su testimonio canceló su viaje a último momento.
“Preocupa mucho la posibilidad de que estos testimonios se estén cayendo por miedo, más teniendo en cuenta que hay denuncias concretas por amenazas y presiones en la vía pública y en las redes sociales”, agregaron fuentes judiciales.
Definen situación de imputada
Estos días serán cruciales para la suerte de la ex representante legal del Próvolo, Graciela Pascual.
Es que la Justicia de Garantías -en la figura de la jueza, Alejandra Alonso- deberá determinar si hace lugar al pedido de su defensa, quien solicitó que pueda cumplir la prisión preventiva en modalidad domiciliaria (como ya lo están haciendo Corradi y Kosaka).
Pascual, quien está imputada por participación primaria por omisión, también apeló la decisión de Alonso para que continúe cumpliendo la prisión preventiva. De esta manera, en paralelo a la resolución vinculada a la domiciliaria, la Justicia deberá definir si confirma o no la preventiva a la ex directiva (y mano derecha de Corradi, según declaran los ex alumnos).Despiece