El juicio oral donde se ventilan las causas de abuso sexual contra niños hipoacúsicos del Instituto Próvolo y donde están siendo juzgados los curas Nicola Corradi, de 83 años; Horacio Corbacho (59), y el jardinero Armando Gómez (48), comenzó este lunes con la etapa de alegatos, audiencia que debió ser suspendida porque Corradi se descompensó, tras lo cual fue hospitalizado.
El fiscal Gustavo Stroppiana, que llevó adelante toda la etapa de instrucción de la causa, inició su alegato haciendo referencia al edificio donde funcionaba el Instituto, para luego centrar su referencia en las víctimas, tras lo cual trazó el perfil psicológico de los acusados, aportó otros datos que se fueron acumulando en la larga instrucción de la causa, y confrontó los descargos de Corbacho y Gómez.
También se refirió al sistema de omisión de denuncias y a la participación primaria de otros miembros del Próvolo, para que se dieran estos delitos de manera sistemática, que será tema de debate en la tercera causa que se desprende de ésta, que es la principal.
Suspensión
La audiencia debió pasar a un cuarto intermedio cuando hacía uso de la palabra el jefe de los fiscales de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Alejandro Iturbide, momento en que el cura Corradi sufrió una descompostura, por la que se lo atendió en la sala y de inmediato se lo trasladó al consultorio médico del Palacio de Justicia, mientras que más tarde fue derivado al hospital Central, donde se le diagnosticó un cuadro de lipotimia. Conocida la novedad el Tribunal decidió continuar con la audiencia sin el cura en la sala.
Debido a la interrupción, el fiscal Iturbide continuará con su alegato este martes.
Mientras, la querella tendrá, en el abogado Sergio Salinas, su tiempo de alegatos, oportunidad en que pedirán, como ya fuera anticipado, el máximo de las penas.