Con escalofriantes detalles, una joven de 27 años declaró ayer en el contexto de la investigación por abusos sexuales a chicos sordos en el instituto religioso Antonio Próvolo, que en el establecimiento había un sótano que guardaba varios frascos con fetos en su interior.
La denunciante dijo que asistió durante todo el 2007 al instituto y que una noche -junto a una compañera- encontraron una puerta que llevaba a un piso subterráneo del imponente edificio ubicado en Boedo 385 (Carrodilla).
Cuando lograron abrirla y la cruzaron -siempre de acuerdo a la denunciante- encontraron una estantería donde observaron frascos de distintos tamaños, y en el interior de todos ellos habían fetos humanos.
Incluso, según destacaron fuentes de la investigación, contó que por aquel entonces ella estaba embarazada y que el macabro hallazgo la llevó a abandonar el instituto cuando ni siquiera había cumplido un año en el lugar.
“Al igual que otros denunciantes, contó que uno de los ex administrativos imputados y hoy detenidos ponía películas XXX en el lugar, y obligaba a los alumnos a que las vieran. Entonces ella relató que un día se quejó por esta situación desagradable, y que el mismo ex empleado la amenazó con que si seguía quejándose del tema 'le iba a sacar' el bebé en el instituto. Eso la asustó mucho y -sumado a lo que habían visto en los frascos- decidió dejar de ir. El relato fue verídico”, indicó una fuente de la investigación.
Incluso, la familia de la nueva denunciante ya le ha manifestado a sus abogados (la querella en la causa) el deseo de someter al hijo de esta joven a un examen de ADN para determinar si el chico es hijo de alguno de los imputados.
En las numerosas inspecciones que se han hecho en el Próvolo hasta el momento no se ha tenido registro alguno de dicho sótano. Esta situación motiva a que la Justicia ordene una nueva inspección en el instituto y sus albergues, ya con el foco centrado en hallar dicha puerta.
Para ello, el Ministerio Público Fiscal estaría aguardando un equipamiento tecnológico especial, que permitiría hacer un meticuloso rastrillaje en el lugar -con sus jardines incluidos-, y que se amolde a las condiciones del terreno.
Por los abusos denunciados en el instituto educativo y religioso que funcionaba en Luján de Cuyo están detenidos los curas Nicola Corradi (82) -con prisión domiciliaria- y Horacio Corbacho; el monaguillo Jorge Bordón; y otros dos ex administrativos (entre ellos Armando Gómez).
Todos están imputados por “abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores”.
También como partícipe primaria en los abusos y como autora de episodios de corrupción de menores se encuentra imputada y detenida -con prisión domiciliaria- la monja japonesa, Kumiko Kosaka.
La ex representante legal del instituto, Graciela Pascual también está detenida e imputada por participación primaria. Mientras que otra monja (Asunción Martínez, madre superiora de su par japonesa-), un jardinero, 4 ex directoras, la ex cocinera y una ex psicóloga del Próvolo comparten la misma imputación que Pascual, aunque no están detenidos.
Vuelven a marchar hoy
Como todos los 19 de cada mes desde que salieron a la luz las aberrantes denuncias (noviembre del año pasado), esta tarde víctimas y familiares de jóvenes que denuncian haber sido abusados en el Próvolo volverán a marchar por las calles del microcentro mendocino.
La convocatoria la hace el Colectivo por la Restitución de derechos a sobrevivientes del Próvolo, a las 18 y en la esquina de Peatonal y avenida San Martín.