Hace un año Mendoza vivía, como ahora, su fiesta mayor. Sin embargo a la misma hora en que la gente se dirigía al teatro griego Frank Romero Day, se conocía que una nena de 7 años había sido secuestrada, en pleno barrio Gráfico cuando, a media tarde, había ido a un comercio para comprar un paquete de arroz.
A Morena Luz se la había "tragado la tierra", según una fuente policial del más de centenar de efectivos que recorrían la zona.
El Ministerio de Seguridad, en forma por demás rápida, salió a ofrecer 50 mil pesos de recompensa para quien -se dijo- aportara datos que permitieran encontrar a la pequeña.
La denuncia fue radicada ante las autoridades por Luis Pereyra, el padre de la niña que, ese año, comenzaba a cursar el tercer grado en la escuela Padre Mirelles, de Godoy Cruz.
Su relato coincide con el inicio de esta crónica: "Mi hija fue a comprar arroz" a un negocio ubicado a 200 metros del domicilio de la familia, en calle Talcahuano al 3000...", pero decía la denuncia "al salir de ahí nadie vio ni escuchó nada".
La continuidad de este relato que trascendió los límites de la Provincia y se hizo noticia nacional, se debe trasladar al lunes 9, cuando la niña apareció caminando por el pasaje Manuel García.
La fiscal Claudia Ríos
Desde el momento en que se hizo la denuncia la fiscal especial, Claudia Ríos, se puso a la cabeza de la investigación y hoy, a un año del hecho, la causa sigue caratulada como: "Privación ilegítima de la libertad contra NN". Pese a que el expediente ya suma casi 1.000 fojas, en tres cuerpos, no tiene ningún avance y el caso sigue siendo, por lo menos para la Justicia, un misterio que, a un año, continúa sin resolución.
Al ser consultada ahora, la fiscal, aseguró que se han tomado decenas de testimoniales sin que se haya podido arribar a una definición ni conclusión.
Hoy el expediente transita la Procuración, pero sigue con la misma calificación y así seguirá mientras no haya alguna imputación. "No se descarta nada pero tampoco se ha podido avanzar", concluyó la fiscal.
Las dudas
Se supo en momento que la niña, en su declaración, aseguró que había sido tomada en forma por demás violenta cuando dejaba el comercio en el barrio Gráfico y "metida" en el interior del baúl de un auto. Sin embargo en la inspección que hizo la policía en el lugar no se encontró un solo grano de arroz en el piso.
Más adelante la niña hizo referencia a que estuvo tirada en el piso "sobre cartones" y que durante ese tiempo vio "a un hombre y a una mujer que lo retaba". Agregó que en ese tiempo no comió ni bebió. En los estudios que le realizaron los médicos del hospital Notti, se descartó que la pequeña hubiera estado deshidratada. Tampoco se encontraron restos de "la venda" que, según ella, le pusieron antes de entrar a la casa. "Me la saqué y la tiré", había declarado, pero ese elemento nunca pudo ser encontrado, lo que suma dudas más que respuestas.
Finalmente, y pese al esfuerzo puesto por la policía en su búsqueda, quedó demostrado que la niña apareció sola y caminando por la calle.
