La última mención pública de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sobre el caso Maldonado, fue un escueto tuit del 28 de agosto pasado. "Lo chequeamos. No es". Bullrich respondía así a la versión que por aquellos días ubicaba a Santiago Maldonado en Salta. Entonces su exposición pública era altísima, al punto de cenar con Mirtha Legrand el 26 de agosto.
Desde aquel tuit hasta hoy, día 40 de la desaparición del joven de 28 años, la ministra se mantuvo en silencio sobre el tema. Con Maldonado ocupando titulares en el mundo, con una comisión de la ONU y con la Corte Interamericana de Derechos Humanos pidiendo al Estado argentino que actúe en consonancia con una desaparición forzada, con la oposición política clamando su renuncia, el gobierno decidió sacar a Bullrich del centro de la escena para dar más protagonismo a otros actores (como el ministro Garavano y el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj).
También se pidió 'espíritu de cuerpo': "El respaldo a Bullrich es total", dijo el presidente Macri y así debe ser expresado por todo el gabinete. A mediados de la semana que pasó, los diputados nacionales de Cambiemos se sumaron expresando su apoyo a la ministra. A poco más de un mes de las elecciones legislativas, el Gobierno no quiere ofrecer fisuras internas.
Hace unos días se reunieron el presidente Macri, los ministros Garavano y Bullrich, más Avruj y un par de diputados nacionales. Cinco semanas demandó al caso Maldonado llegar al máximo nivel de la Casa Rosada. ¿Faltaron reflejos? El radical y cofundador de Cambiemos, Ernesto Sanz, esbozó: "Acá hubo error de comunicación o de manejo". Agregó que se "debería haber tenido un nivel de involucramiento mucho más fuerte desde un primer momento de la Casa Rosada". Lo dijo en buen tono.
El Gobierno contaba con una información clave cuando Macri se reunió con sus ministros: se había caído la pista promovida por la propia Bullrich ante una comisión del Senado (el 16 de agosto), que indicaba que Maldonado había sido herido por un puestero de los predios del grupo Benetton, el 21 de julio, en un supuesto ataque del RAM (Resistencia Ancestral Mapuche). El cotejo sanguíneo dio negativo. La versión pasaba a integrar una infame lista de pistas falsas.
Acaso como una admisión de ese “error de manejo” señalado por Sanz, el secretario Avruj fue enviado a Esquel, Chubut, para tomar contacto con la causa judicial.
Un participante de la cumbre en la Casa Rosada confió a este diario la posición del Gobierno: defensa cerrada de Bullrich y señalamiento al kirchnerismo (por sobre otros opositores) y al RAM como actores interesados en el tema.
“Hay una mano fundamental del kirchnerismo. Embarran la causa y no ayudan a nada”, dijo Avruj anteayer, en sintonía con lo acordado. “Hay un amplio respaldo a la gestión de Patricia Bullrich. Creemos que trabaja de buena fe”, agregó.
Avruj también señaló a Matías Santana como integrante del RAM. Santana declaró en la causa haber visto con sus binoculares cómo los gendarmes se llevaban a Maldonado en el operativo del 1 de agosto en la comunidad mapuche Pu Lof (paraje de Cushamen, noroeste de Chubut). Pero Santana lo niega, al igual que los integrantes de la comunidad Pu Lof.
“El Gobierno banca a Bullrich y nos parece apresurado cargar la culpa contra la Gendarmería”, comentó a este diario un ministro. Este funcionario justificó con fines prácticos la defensa de Gendarmería por parte de la ministra: “No puede ir contra una fuerza clave en la lucha contra el narcotráfico, a la que se necesita”.
Bullrich confía en el informe que le entregó su colaborador ministerial Daniel Barberis y que le fue expuesto al presidente Macri sobre la actuación de Gendarmería en el operativo del 1 de agosto. Esta especie de auditoría interna no observó responsabilidades graves en la actuación de la fuerza.
Según pudo averiguar este diario, ese informe fue incorporado a la causa y para allegados a la familia Maldonado “es inconsistente, está lleno de errores y omisiones”.
La familia Maldonado, su abogada, Verónica Heredia, y dirigentes de Derechos Humanos, apuntan a la Gendarmería. También señalan a Bullrich, básicamente, por no haber dispuesto inmediatamente la separación de los oficiales de Gendarmería responsables del operativo. "La ministra de Seguridad nunca contactó a la familia", dicen.
Las críticas también se dirigen a la Justicia. "A pesar de estar investigando una desaparición forzada, no se tomaron medidas urgentes. Tienen secuestrados todos los libros de los escuadrones (de Gendarmería) de El Bolsón, Esquel y José de San Martín desde el 17 de agosto y recién ahora pudimos ver que están todos adulterados. Sólo había que mirar, no es que hice un gran estudio: hay hojas de más pegadas con cinta. Están cambiados los nombres, las fechas, los móviles, las armas", denunció la abogada Heredia.
También señaló que cuando el juez Guido Otranto allanó los destacamentos de Gendarmería, las camionetas usadas en el operativo habían sido lavadas.
El Gobierno blindó a Bullrich a la espera de novedades en la causa judicial ante una semana que asoma movida: se esperan resultados de pericias sobre celulares y computadoras, y de cotejos genéticos de muestras secuestradas a Gendarmería .
Expertos de la ONU colaborarán
El Gobierno avanzará la semana próxima con la ONU en la conformación de un grupo de expertos independientes que supervisen y colaboren con la investigación sobre Santiago Maldonado, en respuesta a una solicitud de la familia del joven desaparecido hace 40 días.
Para avanzar en ese sentido, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se reunirá entre mañana y el martes con el representante de la oficina regional para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Amerigo Incalcaterra, informaron fuentes oficiales.
La oficina de la ONU, con quien esta semana se avanzará en las conversaciones, reiteró su “disposición para colaborar y prestar la asesoría técnica” que los familiares de Maldonado y el gobierno argentino acordaron en la reunión que mantuvieron el 29 de agosto.