Mientras Julieta González(21) -víctima de uno de los tres femicidios que conmocionaron a la provincia en setiembre pasado- permanecía desaparecida, el imputado por el crimen visitaba páginas de Internet para saber en cuánto tiempo se descomponía un cuerpo.
El dato surgió luego de que se periciara el celular y la computadora del único imputado por el crimen, Andrés Di Césare (23), hijo de un conocido empresario de transporte.
Julieta González desapareció el 21 de setiembre pasado y el 27 fue hallada muerta en una ripiera, cerca de la ruta 7, a la altura de Cacheuta.
Sugestivamente, un día antes, Di Césare buscaba información a través de Google, visitando páginas que informaban cuestiones como:
"Así se descompone un cadáver o "cuánto duran las huellas dactilares" o "¿se pueden borrar las huellas dactilares?
Además, en los días en que la joven era buscada, Di Césare seguía con atención, a través de Internet, distintos diarios y portales de noticias que publicaban notas sobre la joven.
No a la domiciliaria
Ayer por la mañana Di Césare fue llevado hasta tribunales para que participara de una audiencia oral en la que se le negó nuevamente la prisión domiciliaria.
Tal decisión fue tomada por el juez de Garantías, David Mangiafico, quien también ordenó otras medidas de importancia para esta causa caratulada como femicidio, delito que tiene como pena la prisión perpetua.
El juez ordenó también que la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos, continúe con la investigación por dos meses más. Además, extendió la prisión preventiva del sospechoso por tres mes más.
Tales medidas fueron tomadas durante una audiencia "caliente" -no sólo porque se descompuso el aire acondicionado- sino porque la fiscal Ríos y la abogada de la familia de la víctima, Carolina Jacky, se opusieron a que se realizara la audiencia, recusando al juez, luego de que la querellante lo denunciara por incumplimiento de los deberes de funcionario público. ¿La causa? No se notificó a la querella algunos actos procesales ordenados por el juez.
Fiscal y querellante querían que la audiencia se suspendiera y el juez se apartara pero el magistrado ordenó los temas a tratar y, tras un cuarto intermedio, la audiencia se realizó no sin antes que Fernando Lúquez -codefensor de Di Césare, representado por Roberto Godoy Lemos- pidiera (fuera de la audiencia) la libertad de su cliente o al menos la domiciliaria.
Más allá de las llamativas pretensiones de las partes, la audiencia se reanudó cuando el juez volvió a determinar que una "declaración espontánea" que Di Césare hizo ante la policía cuando fue arrestado, carece de valor como prueba y como indicio.
Luego le concedió la extensión de la investigación, a pedido de la fiscal y rechazó el control jurisdiccional (de domiciliaria) presentado por los defensores.
Una prueba de gran valor
El próximo viernes, a las 13, el juez de Garantías se expedirá sobre dos cuestiones. La primera es la validez o no de la orden de allanamiento que sirvió para secuestrar el Ford Fiesta Kinetic del joven donde se encontraría luego sangre de la joven asesinada.
Para el defensor Godoy el allanamiento y el secuestro deben ser considerados nulos porque se hicieron de noche y la orden original no tenía la numeración de la calle equivocada.
Para la fiscal Ríos el allanamiento fue solicitado de noche por lo que la jueza de garantías que lo autoriz, lo hizo para que se hiciera esa misma noche. Y, por otra parte, la dirección de la vivienda fue corregida mediante una llamada telefónica a la jueza que ordenó la medida.
Este asunto y la denuncia al juez Mangiafico por parte de la querella, también serán resueltos este viernes a las 13.