Absolución lisa y llana, o bien absolución por la duda, fue el pedido que hicieron los abogados defensores de Mariano Luque (33) quien es juzgado por el asesinato de la adolescente de Lavalle, Johana Chacón.
"Hay una única prueba, el testimonio de Beatriz (hermana de Johana y ex pareja de Luque) y esa prueba no es sólida. Para condenar se requiere una certeza total", dijo durante su alegato María del Carmen Aguilar, defensora del imputado junto a su padre, Armando Aguilar.
La estrategia de la defensa fue observar las mismas pruebas analizadas por el fiscal Alejandro Iturbide (quien el miércoles solicitó prisión perpetua para el acusado) pero desde otra perspectiva.
Primero se refirió a la declaración de Beatriz, quien para el fiscal es la testigo principal. La joven dijo que vio cómo Luque ahorcó a la chica, llevó el cuerpo hasta un tacho donde la quemó durante tres horas y luego enterró los restos para días más tarde desenterrarlos y llevarlos a un lugar desconocido.
“La testigo miente”
“La testigo miente. Si Mariano es condenado, Betty cobrará una recompensa de 500 mil pesos”, dijo la defensora, advirtiendo que las dos pericias psicológicas que se le realizaron a la hermana de la víctima indican una personalidad “histriónica, que busca llamar la atención, manipuladora”.
"La testigo miente. Si Mariano es condenado, Betty cobrará una recompensa de 500 mil pesos".
Para la letrada es imposible que Luque haya quemado al cuerpo de la joven y que ninguno de los testigos que pasó por el frente en la tarde del 4 de setiembre de 2012 haya visto las llamas o humo o detectado un fuerte olor.
También desacreditó las pruebas presentada por antropólogos de la UNCuyo que determinaron que restos óseos encontrados en la finca donde vivían Luque y las chicas Chacón son de humanos y pertenecen a una personas cuya edad fue estimada entre los 11 y 18 años.
“Los antropólogos lo confrontaron con huesos de perro para descartar origen animal pero no con huesos humanos”, afirmó.
También descartó como prueba una remera que era de Beatriz pero usaba Johana, en la que encontraron ADN de Beatriz y semen de Luque, pero ningún rastro de material genético de la víctima.