Con fuertes críticas hacia el accionar de la fiscalía y denuncias por plantar evidencias, el abogado Alejandro Cazabán realizó la exposición final y, sin rodeos, pidió la "absolución" total de Julieta Silva por la muerte de Genaro Fortunato. También solicitó su libertad inmediata.
Desde las 9, y por casi tres horas, Cazabán desplegó toda la artillería para demostrar la inocencia de su defendida.
Alegó que en el transcurso del debate no se pudo comprobar "con certeza" el dolo y que Silva y Fortunato eran amantes, pero no tenían una relación de pareja formal ya que ella continuaba conviviendo con su pareja pese a un período de crisis. "Ni la familia (Fortunato) sabía de la relación", afirmó.
También aseguró que la emoción violenta es inexistente: "¿Se bajó del auto y se le pasó?", se preguntó el letrado.
Por último le trasladó gran parte de la responsabilidad de lo ocurrido a la víctima, porque aseguró que Julieta nunca se enteró de que Genaro había caído al asfalto y mucho menos pudo verlo tirado cuando regresó a buscarlo. Por lo tanto "no hubo delito".
Bajo esa argumentación, Cazabán sostuvo que como "no está ni configurada la culpa, corresponde la absolución de Julieta Silva, incluso del delito culposo”.
"Pedimos la libertad inmediata", expresó.
Además, remarcó que el Fiat Idea "iba a una velocidad normal" ya que circulaba a 27 kilómetros por hora.
La oscuridad y los problemas de visión de Silva no estuvieron ausentes. Cazabán negó la versión del "trapito" de que Genaro se hubiera colgado del espejo o la ventanilla cuando arrancó y aceleró Silva. Y reiteró que la última vez que lo vio con vida él estaba parado al lado. "Nunca vio que Genaro se cayó", sentenció.
El punto tal vez más controvertido del alegato fue cuando le transfirió la responsabilidad a la víctima por el accidente. Si bien no dejó de reconocer el estado de alcoholización de Silva y que iba sin los anteojos recetados puestos, habló de una conducta "atípica" de la víctima.
Partiendo de la base de que Julieta nunca observó que Genaro cayó al asfalto, no podía imaginarse que iba a estar tirado cuando regresó a buscarlo.
Dentro de la terminología jurídica que empleó el abogado, dijo que "el incremento del riesgo se anula por la conducta de la víctima. Genaro se cayó y no sabemos por qué".
Fiscal acusada
Alejandro Cazabán denunció "mala fe" en el accionar de la fiscalía y aseguró que se plantaron pruebas, por lo que pidió "una compulsa penal" para que se investigue a Andrea Rossi, quien llevó adelante la investigación, por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
A la espera de la sentencia
Con el último de los alegatos, sólo resta esperar la sentencia.
El tribunal dispuso continuar la audiencia el lunes a las 10, cuando le darán la posibilidad a la imputada de decir sus últimas palabras.
Acto seguido, los jueces Rodolfo Luque, Julio Bittar y María Eugenia Laigle pasarán a deliberar y se estima que el veredicto final lo darán a conocer hacia la tarde.