Terminó esta mañana la etapa de alegatos en el juicio a Julieta Silva por haber atropellado y matado a Genaro Fortunato y el tribunal, por unanimidad, decidió pedir un cuarto intermedio hasta el próximo lunes a las 10 para dictar sentencia.
En esa audiencia, antes de escuchar, su sentencia, la imputada tendrá la oportunidad de pedir la palabra para realizar una presentación final.
Los alegatos: 14 años, prisión perpetua y absolución total
Esta mañana durante su exposición el abogado defensor de la única imputada, Alejandro Cazabán, aseguró que la fiscalía "actuó de mala fe y de manera ilegal" y pidió la absolución total de su defendida, incluso de los cargos por el accidente vial.
El letrado aseguró que no se puede probar el dolo y menos la emoción violenta, como pidió ayer la fiscalía. "¿Se bajó del auto y se le pasó la emoción violenta?", preguntó irónicamente durante su alegato. "El incremento del riesgo se anula por la conducta de la víctima. No sabemos por qué se cayó (a la calle) Genaro Fortunato", luego de esta frase, Cazabán pidió la absolución total para su defendida por "inexistencia del delito".
Además, aseguró que Silva nunca supo que Genaro se cayó y negó que haya salido corriendo al lado del auto como había sostenido el “trapito”.
Por otra parte, el letrado pidió una compulsa penal para que se investigue a la fiscal Rossi por incumplimientos de funcionario público.
El que volvió a dar la sorpresa fue el fiscal en jefe de Homicidios de Mendoza Fernando Guzzo quien acusó formalmente a Silva por homicidio agravado por el vínculo. Pero, frente a todos los pronósticos, introdujo un atenuante: el de la emoción violenta. En consecuencia solicitó que sea condenada a 14 años de prisión.
El abogado de la familia Fortunato elogió y compartió todos los aspectos que ofreció la fiscalía para sostener que la imputada es culpable. Sin embargo, se apartó de Guzzo al momento de las calificaciones y las penas.
Tíndaro Fernández pidió que le atribuyan a Silva el delito de homicidio agravado por el vínculo, que prevé reclusión perpetua. Y, como alternativa, 20 años de cárcel si el tribunal considera la figura de homicidio simple con dolo eventual.
