La segunda jornada del juicio que tiene sentada en el banquillo de los acusados a Julieta Silva por la muerte de Genaro Fortunato continuó con normalidad. Los principales testimonios fueron nuevamente de policías que estuvieron trabajando la madrugada del 9 de septiembre en las afueras del bar La Mona.
La presencia de los uniformados fue solicitada por la defensa y gran parte del interrogatorio estuvo centrado en el clima (por la lluvia de esa noche), la cantidad, intensidad y alcance de las luces de la calle al igual que las del Fiat Idea con el que Silva atropelló y mató a al rugbier sanrafaelino el año pasado, entre otros detalles.
Los que rompieron el molde fueron Pablo Marquer, la persona que encontró los documentos de Genaro cuatro días después del hecho, lo que no aportó demasiado al esclarecimiento del caso, y Andrea Linares, tía de Genaro.
La declaración de la tía de la víctima fue para insistir una vez más en la relación amorosa estable que mantenían Genaro y Julieta. Frente a los jueces Rodolfo Luque, Julio Bittar y María Eugenia Laigle, la mujer ratificó que su sobrino y la imputada la visitaron en Mendoza y en aquel entonces Fortunato la presentó como "su novia".
El dato
Una pregunta que es reiterativa cada vez que un efectivo policial presta declaración: cómo tomaron conocimiento de quien era la víctima.
Lo que parece una consulta inocente y casi sin sentido tiene un fin determinado, la noche en que murió Genaro, la imputada dio el nombre y apellido de la víctima a una policía, así lo declaró ayer, sin embargo ella nunca dijo que la persona fallecida era su pareja.
Testigo principal
Por la tarde se reanuda el debate en el palacio judicial de San Rafael y estará reincorporado el fiscal Fernando Guzzo, que ayer tuvo que regresar a Mendoza por el fallecimiento de la hermana.
Entre los testigos que comparecerán ante el tribunal hay uno que sobresale y se espera con ansiedad, el cuidacoches que observó de principio a fin lo que ocurrió cuando Silva arrolló a Genaro.
