En la segunda jornada del juicio que se instruye contra el empresario Dionisio Nazar Elmelaj Elaskar (57), una médica sostuvo que la muerte de la víctima, el adolescente Emir Cuattoni (15), fue producto de un disparo de arma de fuego.
El dato no es menor porque desde la defensa, en instancias anteriores, trató de apuntalar la hipótesis de que la causa de la muerte del chico fue una mala praxis médica.
Ayer fue llamada a declarar la doctora del Cuerpo Médico Forense (CMF) que realizó la necropsia. La testigo volvió a decir que el disparo que recibió el chico a muy corta distancia fue lo que, en última instancia, le produjo la muerte.
Emir recibió un disparo el 17 de abril de 2016, a las 19.30, en avenida del Trabajo y Perito Moreno de Godoy Cruz, muy cerca del parque Benegas. El joven murió 39 días después, el 29 de mayo, en la clínica Santa Clara, donde estuvo internado desde el día en que fue herido. Durante su internación, los mismos médicos le informaron a la familia Cuattoni que su estado era delicado y que existía riesgo de muerte.
Ayer la médica del CMF volvió a sostener que la causa del deceso fue el plomo que le ingresó por el omóplato de la víctima y literalmente le hizo estallar la quinta vértebra cervical, provocándole un daño irreparable. Finalmente, Emir murió por un shock séptico. Todas las complicaciones anteriores -dijo la doctora- fueron producto de la herida de bala que le produjo un corte limpio de una vértebra.
Con la declaración de la especialista, la hipótesis de que Emir haya muerto por una mala praxis será muy difícil de sostener en la etapa de alegatos por la defensa, que lleva adelante Juan Rosello.
"La doctora confirmó la postura de la fiscalía y la nuestra", explicó Gabriel Da Silva, abogado de la familia Cuattoni.
Elmelaj está siendo juzgado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y arriesga una pena que va de los 8 a los 25 años de cárcel. Previo al inicio del debate, la defensa del imputado propuso un juicio abreviado pero no hubo acuerdo con la fiscalía de Homicidios.
