La próxima semana será clave para el ex dirigente radical Leonardo Hisa, detenido como presunto instigador del brutal asesinato de la empresaria del Valle de Uco Norma Carleti (59).
Es que por un lado el imputado va a declarar y, por otro, se decidirá si le dan el beneficio de la prisión domiciliaria o pasa al penal.
El miércoles próximo Leonardo Hisa dará su versión de los hechos frente al fiscal de Tunuyán Adrián Frick.
Daniel Sosa Arditi, abogado defensor de Hisa ha deslizado que su cliente no tiene responsabilidad en el caso y la muerte de la empresaria inmobiliaria y frutihortícola en nada lo beneficiosa pues ya habían acordado la división de bienes.
El letrado también le ha restado importancia a una de las pruebas claves: una llamado que, tres horas antes del asesinato, salió del celular de la familia Guerrero al teléfono del ex radical.
Para la defensa no se trata del teléfono del Kevin Guerrero - el joven imputado que está más complicado en asesinato, pues una muestra de ADN de la víctima fue encontrado en sus uñas- sino del celular de su padre, Juan Carlos Guerrero. Y tanto Hisa como Carleti, tenían agendado este teléfono a nombre del del padre y no del hijo.
¿A la casa o la cárcel?
Más allá de la declaración, otra situación que se deberá resolver en los próximos días es el pedido de prisión domiciliaria que solicitó Hisa.
El fiscal Frick -supervisado por la Fiscal de Valle de Uco Laura Rousselle y la fiscal de Homicidios Claudia Ríos- deberá expedirse al respecto ya que esta semana llegarán los resultados de los estudios psicológicos realizados por el Cuerpo Médico Forense.
La cuestión no es menor porque la situación de Hisa podría mejorar o empeorar drásticamente: o se va a su casa con domiciliaria o lo llevan a la cárcel.
Por ahora Hisa goza del beneficio de permanecer en una comisaría de Valle de Uco, situación muy distinta a la de los Guerrero, quienes están en el penal desde que fueron detenidos.
Si se tratara de un crimen por encargo -tal como sostiene la querella- e Hisa consiguiera la domiciliaria el impacto psicológico en los Guerreros podría ser un futuro detonante en la causa.
Anticipándose a posibles detenciones
Por otra parte, en los últimos días, Pablo Cazabán, abogado defensor de la familia Guerrero, que tiene tres integrantes detenidos -los hermanos Kevin, Alexis y Ever- ha agregado a la causa un pedido de mantenimiento de libertad.
El escrito es para evitar que Juan Carlos Guerrero, su mujer, Natalia Hurtado, y su yerno, Gabriel Videla, no queden detenido en caso que el fiscal Adrian Frick los cite.
La presentación de Cazaban es en respuesta al pedido de los abogados de la familia Carleti que solicitaron que se amplíe la imputación para Juan Carlos Guerrero (como coautor del homicidio) y para su mujer y yerno (como encubridores)
Según el abogado querellante Víctor Ábalos: "hay varias razones para inculpar a Guerrero y para creer que estuvo en la escena del homicidio. La principal es que el celular que estaba registrado en la Policía era el suyo y esa noche la llamada impactó en Roca al 980, en la casa de Carleti”.