Sociedad
Para este miércoles se espera “tiempo bueno” en Mendoza: cuál será la máxima
hace 6 horas
Jorge Mangeri
, el portero preso y procesado por el homicidio de
Ángeles Rawson
, fracasó hoy en su intento por evitar que el caso llegue a juicio oral, porque la Justicia rechazó un planteo de nulidad que había formulado su defensa contra las acusaciones de la Fiscalía y la querella.
Según indicaron fuentes judiciales, el juez
Javier Ríos
rechazó la presentación hecha hace una semana por la defensa de Mangeri, a cargo ahora del penalista Adrián Tenca.
Tenca había denunciado
incongruencias entre las acusaciones del Ministerio Publico y de la familia de la victima
y por lo tanto, a su criterio, se violaba el derecho de defensa.
Es que la fiscal Paula Asaro había pedido que Mangeri fuera a juicio por abuso sexual seguido de muerte, mientras que el abogado Pablo Lanusse, que representa al padre de Ángeles, lo hizo según los delitos que constan en el procesamiento, es decir abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa agravado y femicidio.
Ríos no hizo lugar al planteo por entender que no había incongruencia en el bloque acusatorio.
Según el juez había solamente una diferencia de criterios a la hora de por qué, simplemente, para la fiscal "hubo un solo hecho, una sola conducta y un solo dolo", mientras que para el querellante "existieron dos hechos independientes, dos conductas independientes (que concurren realmente entre sí) y dos dolos independientes".
El caso terminará en la Cámara del Crimen, tribunal que hasta ahora convalidó la actuación del juez Ríos confirmando el procesamiento y la prisión preventiva de Mangeri.
El hecho ocurrió la mañana del 10 de junio del año pasado en el edificio Ravignani 2360, en el barrio porteño de Palermo, donde Ángeles vivía en la planta baja junto a su familia y Mangeri era el encargado.
La joven regresó a media mañana a su departamento después de una clase de gimnasia y según la acusación allí fue abordada por Mangeri.
El portero está detenido en la cárcel federal de Ezeiza hasta que el caso llegue a juicio oral; si prosperan las acusaciones, podría ser condenado a prisión perpetua.
