Recientemente se presentó una importante exposición que reunió obras de distintos períodos y temáticas de la vasta y destacada trayectoria del gran pintor argentino, mendocino por adopción, Roberto Cristóbal Cascarini.
La muestra "Cascarini. Forma, luz y color", que se realizó en el espacio de arte de la Bolsa de Comercio, reuniendo obras de distintos períodos y temáticas de la vasta y destacada trayectoria de nuestro gran pintor tuvo el carácter de homenaje al maestro.
Su estancia en Mendoza se produjo a partir de 1939, cuando fue designado profesor de Dibujo y Pintura en la antigua Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Cuyo, recientemente creada.
Reconocido por su prolífera obra, Roberto Cascarini es valorado como uno de los más importantes pintores argentinos.
Entonces, es justo que lo consideremos como parte del vasto y rico patrimonio de las artes plásticas de la provincia.
Desde aquel lejano 1939 siguió pintando en forma permanente, creando cuadros en óleo de paisajes mendocinos. También incursionó en las acuarelas, el pastel, la carbonilla y las técnicas mixtas.
Siguió pintando hasta principios de 1990 y falleció en Mendoza en junio de ese año, a la edad de 94 años.
Por la envergadura del artista, el homenaje dispensado a Cascarini constituyó una exposición muy destacada en el ámbito local, que sufre el cierre provisorio de algunos baluartes de arte, especialmente el Museo Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú-Casa de Fader, en proceso de restauración y consolidación.
En relación a la producción plástica del hombre evocado, Blanca Romera de Zumel, sostuvo que su obra "es una afirmación de excelencia técnica, pero al servicio de un sentimiento profundo y hasta poético de la forma".
La iniciativa de presenta una calificada selección de los trabajos del plástico permitió a mendocinos y visitantes volver a disfrutar de la creación de uno de los más grandes artistas argentinos que se enamoró de la provincia, de su paisaje y de su gente.
Su formación clásica, su paleta multicolor y su talento artístico, lo transformaron casi de inmediato en una de las figuras principales de las artes plásticas locales.
Fue maestro de maestros. Entre sus discípulos se cuentan las figuras más destacadas del arte cuyano. Luis Quesada, Marcelo Santángelo, Carlos Alonso, "Chipo" Céspedes y varios más, quienes reconocieron que recibieron de Cascarini el aliento a continuar cada uno con su propia visión del arte.
Es evidente que la naturaleza mendocina sedujo y cautivó a este maestro, quien, desde su llegada, tomó como tema central de su obra el paisaje, con sus cerros y sus árboles, las costumbres y los trabajos del hombre de campo, los rostros de arrieros, vendimiadoras, tomeros, cosechadoras. En tiempos casi coincidentes, esos "modelos" también animaron a otro grande de la pintura, Virgilio Roig Matons.
Cascarini respetó con fidelidad la figura humana. La habilidad de sus retratos fue aprovechada por muchas familias de Mendoza para plasmar al óleo imágenes de sus seres queridos.
También pintó retratos de personajes destacados de la historia: cinco del general San Martín, otro de Sarmiento, o en el plano local, el del general Gerónimo Espejo, el del ex gobernador Blas Brísoli, de una de las Damas Mendocinas, Margarita Corvalán, Antonio Di Benedetto, Teodoro Juan Schestakow, Vicente Nacarato, Diego Pró, y muchos otros.
Las obras que se presentaron en la exposición fueron una síntesis fiel de la prolífica producción de Cascarini. Fue una muestra que enorgullece a Mendoza y que posibilitó mostrar sus virtudes a través de la magia de los cuadros de este "poeta de la belleza".
Creemos que sería plausible proponer el rescate a través de muestras de los grandes maestros como se hizo con Cascarini.
También de Azzoni, Scalco, Bravo, De Lucía, Abal, Roig Matons y otros. Un ciclo de los grandes maestros bien podría ofrecerse en el museo Carlos Alonso (Mansión Stoppel).
En esta línea está también el esfuerzo de los promotores privados que organizan estas muestras, especialmente los marchands locales que están en una difícil tarea de acercar el arte a distintos públicos.
