Ideas innovadoras e ingeniosas, muebles funcionales que aparecen y desaparecen, materiales puros que resuelven mil espacio... son un recopilatorio de soluciones que te mostramos a continuación para acabar de convencerte que no hace falta grandes espacios para conseguir los mejores interiores.
UNO POR EL TODO
Cuando contamos con una vivienda de tan solo 22 m², es muy importante que tengamos una planta despejada y libre de obstáculos, a no ser que queramos estar moviendo el mobiliario de lugar para no estar tropezando constantemente en nuestro día a día. Este micro departamento posee una distribución sin particiones, con una concepción global del espacio, todo unido y comunicado, uno de los mandamientos de la arquitectura japonesa.
Si no podés con el enemigo, únete a él: si tenemos una planta reducida, pero con gran altura, aprovechala al máximo, en este departamento, se instaló un mueble de 3,3 m – la altura de la casa- en el que se guardan todos los enseres del propietario, dejando una planta libre y abierta. Además, se instaló un altillo, como doble planta, en el que se ubica la habitación y bajo el cual se encuentra la cocina. Esto es optimización.
COLOR Y MOBILIARIO INTELIGENTES
La siguiente intervención, nace como experimento digamos “social”, en el que los arquitectos, tras una realidad tan estrictamente globalizada, pretenden demostrar y recordar cuáles son las necesidades básicas y necesarias para llevar a cabo tu día cómodamente, y para más lo hacen en una mini casa de 13 m². Este proyecto adquiere unos aires muy delicados e inocentes gracias al uso estratégico de los colores y de la madera, que lleva la voz cantante.
En un espacio tan pequeño el uso de mobiliario “inteligente” es la salvación, porque aquí, la cama aparece y desaparece según el momento del día, para dejar la planta libre y despejada, los bancos se prolongan para crear más espacios y se convierten en baúles y los escritorios se esconden en las estanterías, todo muy práctico y funcional.
INOCENTE, UNIDO Y CONTINUO
Bajo el frío clima de Moscú, te abrimos las puertas de un departamento de 45 m², muy cálido y acogedor. Huyendo de la sectorización inicial, el estudio de arquitectura tiró todo abajo para conseguir una planta totalmente abierta en la que priman los colores, las texturas y las experiencias.
El uso de escalones y esquinas permiten mantener la idea de planta globalizada, gracias a que estos cambios de niveles marcan el cambio de uso, así el dormitorio colocado sobre una tarima de madera, permite una continuidad visual del espacio sin necesidad de apartarla del conjunto, si además a este recurso le añadimos función – pudiendo crear un lugar de guardado - la idea funciona.
GRACIAS A LOS MATERIALES
Este proyecto partía con ventaja, gracias a la buena genética: siendo utilizado previamente como un taller, la planta casi cuadrada y de gran altura estaba abierta y ventilada. Los arquitectos decidieron mantener los elementos que sumaban: la distribución y el ladrillo visto, aportando el toque humano e histórico y aportaron una segunda planta abierta, a modo de doble altura, inundada de luz y comunicada con el conjunto.
En este proyecto el uso de materiales nobles acerca el interior al usuario, creando un espacio sin necesidad de lujos superfluos, ya que un lienzo en blanco como envolvente y un pavimento continuo de microcemento, crean un conjunto conectado y son sentido.
