¿Qué hacían esos cientos de personas paradas ahí? No tenemos idea. Pero Wanda Nara y Mauro Icardi se transformaron, ayer, un émulos de Madonna.
Porque: sí, amigos y amigas, hubo vallado, gente a raudales chusmeando -hasta con bebés en brazos-. Así fue recibida la comitiva de invitados al 'gran casamiento del año' entre estos polémicos tortolitos. La pareja "puso la firma" en el Registro Civil de San Isidro y se unió en matrimonio.
Los novios se hicieron esperar: más de una hora después del horario fijado. Y apenas bajaron ingresaron en compañía de los hijos de la vedette.
A la salida del Registro, la pareja posó sonriente para la foto con su libreta en la mano.
Icardi eligió el silencio; Nara, por supuesto que no, y declaró: “¡Salió bien! Re lindo!”.
Después vino el brindis íntimo, con amigos y familiares, porque la súper fiesta será el 7 de junio en el Palacio Sans Souci de Victoria.
El ausente con aviso al Civil fue Andrés Nara, padre de la novia, que anticipó en “AM” que no asistió a la ceremonia para no incomodar a su hija y a su ex mujer, Nora, ya que está nuevamente en pareja: “Es muy íntimo y no quiero encontrarme con mi ex mujer. Es para no incomodar a los protagonistas”, aseguró.
El gran día llegó sólo horas después de que trascendieran públicamente una serie de grabaciones con explosivas peleas telefónicas entre Wanda y Maxi López, su ex y padre de sus tres hijos.
En medio del fuego cruzado, que incluye denuncias de violencia de género y de desobediencia al bozal legal por el lado del futbolista; la modelo pasó por el Registro Civil para oficializar su relación con Icardi. Pese a todo y a todos.
Vamos a lo importante, chicos: ella lució un divino vestido blanco de Alexander McQueen; con zapatos, Louis Vuitton, y cartera, Chanel. Él, un chalequito y camisa Dolce Gabbana. ¿El resto?: naderías.