“¿Quién nos defiende a nosotros?” dijo el dirigente y encargado de prensa de Casa de Italia, Leo Prospitti, una vez que el Argentino de hockey patín bajó el telón. El hombre tiene razón. Pero esta pregunta tendría que contestarla algún pope a nivel nacional. Algo que seguramente no ocurrirá nunca.
En San Martín concluyó el torneo Argentino de seniors masculino, que se disputó en el polideportivo Gustavo ‘Torito’ Rodríguez y que dejó a los integrantes del club organizador con su sueño destrozado, a la mitad de la ciudad triste y con un pasaje al Sudamericano próximo, que a estas alturas del año aún no se sabe si se realizará.
Sin dudas la gran familia de Casa de Italia quedó con un sabor agridulce en la boca, porque después de trabajar durante cuatro meses para que saliera todo bien en "su" torneo, en una de las semifinales, en la que los dueños de casa actuaban frente al club Centro Valenciano, el juez Ricardo González prácticamente le entregó en bandeja a sus coterráneos la clasificación a la gran definición por el oro.
Las autoridades pertinentes deberán aprender de lo que ocurrió en General San Martín y para la próxima ocasión, convoquen a jueces neutrales, los que en esta ocasión brillaron por su ausencia. Tal vez con esas presencias el lamentable hecho de la semifinal del viernes, no hubiese ocurrido.
Fueron seis los días de competencia e intervinieron 16 equipos. El nivel fue muy bueno, pero los equipos mendocinos estuvieron al debe.
Hubo buenas presentaciones, algunos no aprovecharon la oportunidad de avanzar a la siguiente ronda, la más importante, fue el caso de Banco Mendoza y Andes Talleres, que estuvieron a pasitos de llegar a la instancia decisiva. CPBM intentó repetir lo realizado durante 2014 y llegar a la final, pero no pudo.
Leonardo Murialdo también se quedó en el debe y no mostró el buen desempeño y momento que vive en el torneo domestico mendocino. Otro quinteto que tampoco pudo demostrar su calidad fue Maipú-Giol, actual líder de la competencia en Mendoza. Al final el título fue para Centro Valenciano, que tuvo en su arquero Andrés Garramuño, en José García y en Santiago Serafin, a sus pilares para esta consagración.
El mejor club de Mendoza en esta competencia fue Casa de Italia. Los Tricolores hicieron un certamen interesante. Los orientados por David Sas estuvieron en el emparejamiento ‘B’, sufrieron en el debut ante el equipo más débil de la zona, Estudiantil, con el que perdieron 3-2, pero se repusieron ante dos titanes: Social al que derrotó 3-2 y Olimpia al que venció por 4-1. En cuartos, en una actuación memorable, derrotaron al último campeón nacional: SEC (4-3). En semifinales perdió con un resultado mentirosos, 7-1 con Valenciano y por el tercer lugar fue derrotado con gol de oro con Richet y Zapata, actual puntero de la competencia sanjuanina. Queda la sensación que Casa de Italia tiene un porvenir exitoso y que solamente depende de ellos para volverse a coronarse en el Apertura.