Con su chapa. Su experiencia. Su jerarquía. El Centro Deportivo Rivadavia volvió a demostrar por qué es el mejor equipo de la provincia en el Torneo Federal.
En 72 horas obtuvo dos triunfos en la provincia de Córdoba. Un pueblo que respira básquet. Tranquilamente podría ser la capital del básquet si no existiera Bahía Blanca. El Naranja se hizo gigante ante Florentino Ameghino de Villa María y lo derrotó por 70-67.
Con un juego colectivo que rozó la perfección y un Leo Mosconi intratable desde la línea de 3 puntos (5/7), en 9 días obtuvo se segundo triunfo ante un rival duro.
De fuste. Que tiene nombres de jerarquía como Federico Grenni, Facundo Alberici (ambos ex Rivadavia) y el mendocino Agustín Paparini.
Desde el primer cuarto, Giaveno supo controlar el juego. Balón estacionado, cinco pases como mínimo, aleros bien abiertos y buscar a Chiquito Trejo fue la premisa.
Cuando pudo salir en transición lo hizo a la perfección. Sin embargo, el conjunto local tuvo una racha a su favor cuando finalizaba el tercer cuarto y entró al último cuarto con una ventaja de cuatro puntos: 53-49. Injusto. Porque Rivadavia había realizado los deberes como debía, pero se desconcentró en los últimos 30 segundos.
Pero, fiel a su estilo, el conjunto de Minelli tuvo la jerarquía para igualar la historia, pasar al frente restando 8’ de juego y jugar con la diferencia y cantar victoria, otra más en la provincia de Córdoba. El viernes, había derrotado a Independiente (O) por 76-70. El próximo viernes, se viene Junín y Anzorena se mide con Independiente (O).