Una campaña contra el feminicidio en Quito, promovida por una concejal y que emplea la palabra "puta" en gigantescas vallas, ha generado un revuelo en la capital ecuatoriana, donde siete de cada diez mujeres sufren agresiones.
"Si puta es ser libre y dueña de mi cuerpo soy puta... y qué?". La afirmación aparece en grandes carteleras, colocadas hace una semana en cuatro puntos estratégicos de la ciudad, donde viven 2,5 millones de personas.
Junto a la frase hay una cruz de color rosa, con la silueta de un rostro femenino y el mensaje "NO MÁS".
"Esta campaña es netamente mía, de Carla Cevallos, con la ciudadanía. El municipio no tiene nada que ver y el movimiento político tampoco", dijo la concejal quiteña, quien pertenece al opositor Sociedad Unida Más Acción (Suma) del alcalde Mauricio Rodas.
Cevallos añadió que cumplió con todos los reglamentos municipales para colocar los letreros en las vías públicas y que el objetivo de la campaña, denominada "No más cruces rosadas", es que las personas tomen conciencia sobre la violencia de género en Quito.
"Es simplemente decir: a la mujer no le catalogues como puta por su forma de vestir; no le catalogues como puta por ser libre; no le catalogues como puta si denuncia un caso de violencia de género", señaló.
"Si puta es ser libre y dueña de mi cuerpo soy puta... y qué?"
La leyenda surgió tras reuniones con víctimas de violencia de género y familiares de mujeres asesinadas, según Cevallos.
La iniciativa provocó "controversia" en sectores conservadores, reconoció la concejal, aunque negó haber recibido una queja formal al respecto. "Se asustan por una palabra, pero no se asustan por el día a día, por la violencia de género", apuntó.
"No merezco la muerte"
En su cuenta en Twitter, el Observatorio Católico de Ecuador reaccionó sobre el tema: "Si VIRGEN es ser libre y dueña de mi cuerpo soy virgen... y qué?".
Por su parte, Amparo Medina, católica y activista pro-vida, planteó a través de Internet que se suspenda la iniciativa de la funcionaria municipal, apuntando que "campaña feminista y anti-cristiana en Ecuador agrede a católicos".
Las familias "hemos visto con desagradable sorpresa que se esté utilizado el espacio público de la ciudad con propaganda que no guarda el debido respeto a la comunidad, incluso incumpliendo (...) derechos fundamentales consagrados en la Constitución", anotó.
Para el sociólogo Eduardo Llumipanta, decir "Yo puta" permite a las mujeres posicionar el tema de la autodeterminación y expresar: "Soy lo que soy. Así sea lo que sea, no merezco la muerte".
Sin embargo, "si no se contextualiza o no se amplía las intenciones en las que se usa el término, se puede caer en un error" y desencadenar "rechazo", dijo el experto en temas de género.
La campaña incluirá en los próximos días la colocación de cuatro enormes cruces rosadas en una transitada avenida del norte de Quito, en memoria de las mujeres violentadas, y otra en el lugar donde fue encontrado el cuerpo de una joven víctima de feminicidio.
Cien mujeres fueron asesinadas en Quito entre 2012 y 2014 y un 44% de esas muertes fue a causa de feminicidio (penado con prisión de 22 a 26 años), de acuerdo con el Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana.
Cevallos dijo que siete de cada diez mujeres sufren agresiones en Quito, mientras que en todo Ecuador el promedio es de seis de cada diez.