Luego de que el gobernador Francisco Pérez acordara con la Justicia empezar a trabajar en la limpieza y ordenamiento de la playa San Agustín, Raúl Vicchi (en representación de la Justicia) informó el martes a los diputados sobre cómo se trabajará en el lugar.
Según indicó Vicchi, el amontonamiento de vehículos se ha dado -entre otras cosas- por trabas administrativas y burocráticas. Esta estadía (que por momentos se torna permanente) ha generado focos de contaminación por las baterías, los aceites, combustibles y otros componentes.
Con los vehículos secuestrados hay distintas formas de proceder. Los que ya están inutilizables por su mal estado o porque no pueden ser reinsertados en la calle son los que se destruirán. En este grupo entran los 500 que Vicchi destacó que ya están preparados. Ésta será la prioridad, teniendo en cuenta que hay autos que llevan más de 40 años abandonados allí.
La otra alternativa es venderlos por remate público. "Los que salgan a remate van a producir una cierta cantidad de dinero que va a ser compartido entre el Poder Judicial y el Ministerio de Seguridad, porque han sido las dos estructuras que han mantenido la custodia de estos vehículos durante todos estos años, siempre y cuando puedan reinsertarse al sistema y puedan reinscribirse", explicó Vicchi a los diputados. En esta camada se encuentran los de alta gama y se rematarán por pieza o bien serían entregados a la policía o al Cuerpo Médico Forense.
Los camiones cero kilómetro que están allí por no tener número de registro se enviarán a las cárceles para montar consultorios médicos o laboratorios y para el traslado. Las bicicletas serán entregadas, por medio de la DGE, a escuelas mendocinas.
