Elisa Carrió volvió a generar ruido dentro del oficialismo nacional que ella integra. La diputada de la Coalición Cívica presentó un proyecto de ley para disolver la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que creó el kirchnerismo luego de que Alberto Nisman apareció muerto y que el presidente Mauricio Macri decidió mantener incólume.
La iniciativa de Carrió no sólo disuelve la ex SIDE, sino que además divide en dos los sistemas de inteligencia y de investigación, disminuyendo fuertemente la intervención de los espías en las causas judiciales sobre los delitos más complejos.
Enemiga declarada del sub-mundo de la inteligencia que entró en eclosión en 2015, Carrió busca de este modo dinamitar los nexos entre agentes de inteligencia y jueces. Para esto, deja en manos de un sistema autónomo al de inteligencia, llamado de Investigación, la colaboración con la Justicia.
“Se propone una reforma integral de la seguridad federal para la eliminación de los nichos de corrupción y la connivencia entre el poder político, la policía y la delincuencia, mejorando la efectividad de las acciones preventivas e investigativas”, explicó Carrió.
El nuevo órgano de inteligencia en el proyecto de Carrió es la Dirección Nacional de Inteligencia de la República Argentina (le baja el rango de agencia a dirección), cuyo organigrama es similar al de la AFI por lo cual también deberá interactuar con la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad y con la Dirección de Inteligencia Militar del Ministerio de Defensa, tal como lo hace la ex SIDE.
La gran diferencia es que la DNIRA no tendrá la enorme incidencia que hoy tiene en las investigaciones judiciales y sólo podrá hacer inteligencia analizando e interpretando “fuentes abiertas”, como el contenido de los medios o información de otras agencias de inteligencia extranjeras, o haciendo observación que no deba tener aval judicial.
“El Sistema Nacional de Inteligencia no podrá obtener información por procedimientos que vulneren los derechos de los ciudadanos, ya sean escuchas telefónicas, apertura de envíos postales, allanamientos, penetraciones técnicas, seguimientos, vigilancias u otros medios similares. Estos procedimientos solo podrán ser realizados por las organizaciones integrantes del Sistema Nacional de Investigación con previa intervención del Poder Judicial”, dice la propuesta de Carrió.
Agrega: “El Sistema Nacional de Inteligencia no dispondrá de medios de reunión propios, sus organizaciones se basan en los recursos necesarios para la dirección, el análisis, interpretación, la integración y la difusión”.
Es en un nuevo Sistema Nacional de Investigación donde Carrió deposita mayores recursos y capacidad de acción. Allí crea la Agencia Nacional de Investigación del Crimen de la República Argentina (ANIC), que deberá prevenir y actuar sobre delitos más complejos: terrorismo, narcotráfico, sedición, tráfico de armas, tortura y trata de personas.
Esta nueva dirección tendrá nivel de secretaría de Estado y sus dos directores deberán contar con el acuerdo del Senado, tal como hoy sucede con los de la AFI.
Pero como sus competencias serán mayores a las direcciones del sistema de inteligencia, la ANIC tendrá más organismos. El primero es la Dirección de Integración y Operaciones y Agencias. El segundo, el Departamento de Delitos Federales (que coordina con el Departamento de Narcotráfico de la DNIC y con la Dirección General de Aduana).
Crea además la Fuerza Especial de Investigaciones (FEI), una Unidad Contraterrorismo y absorbe la Unidad de Información Financieras (UIF).
Carrió deja en manos de la Corte el sistema de captación de conversaciones telefónicas, tal como lo resolvió por un DNU Mauricio Macri al principio de su gestión.
La diputada chaqueña ya había dado señales críticas al Gobierno sobre su política de inteligencia. La única senadora que le responde, Magdalena Odarda, votó en contra de los pliegos de los directores de la AFI, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.
El punto más “anti” del actual sistema es que de aprobarse su ley los espías ya no podrán tener doble identidad y sólo podrán actuar como agentes encubiertos si lo requiere un juez. Además, se controla y limita los gastos reservados, la caja negra que ni el kirchnerismo ni el macrismo ha querido tocar.
“Sólo podrán mantener carácter reservado los fondos necesarios para labores de investigación y que su publicidad pueda afectar el normal desarrollo de las mismas”, dice el proyecto.
Paralelamente a esta ley, Carrió propone darle nuevamente incumbencia federal a los delitos de narco-menudeo y torturas, para que dejen de estar en manos de la justicia de las provincias y todas las investigaciones se centralicen a nivel federal.
Macri al kirchnerismo: "El camino no es agredir"
El presidente Mauricio Macri advirtió ayer a “aquellos que a diario están enojados, queriendo pelear” que “el camino no es agredir o confrontar”, durante un acto que compartió con la gobernadora María Eugenia Vidal.
“El camino es dialogar, queremos que todos los argentinos sumen”, aseveró Macri durante un acto en el partido de La Matanza, donde resaltó que “necesitamos que todos nos demos la oportunidad, que pueden estar equivocados”.
Durante el discurso, el jefe de Estado les recomendó a “aquellos que todavía tienen algún miedo, que les cueste creer” que “se mire frente al espejo y se digan sí se puede”, al tiempo que cerró su visita a la planta de bebidas con el tradicional eslogan públicitario de la compañía: "Vamos Manos, vamos Argentina".
En un acto en una planta de gaseosas en La Matanza, junto a la gobernadora Vidal, el Presidente aseveró que “vinimos a La Matanza para quedarnos”, y pidió que “nuestros jueces sigan comprometidos con defender el valor de la ley y la libertad de todos los argentinos, con el derecho a progresar”.
DyN