La diputada Elisa "Lilita" Carrió sostuvo hoy que "son una vergüenza para la República y la división de poderes" las afirmaciones del ministro de Justicia, Germán Garavano, quien había dicho que "nunca puede ser bueno para un país que un ex presidente esté detenido o se pida su detención".
"Puede estar emparentado también con la impunidad de (Carlos) Menem en la Cámara de Casación. Si esto es así, es pasible de juicio político", agregó en en un tuit de su cuenta personal.
En declaraciones a AM 530, Garavano fue consultado hoy sobre el pedido de desafuero y detención de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Dijo entonces la frase que cuestionó Carrió y además señaló la necesidad de que el Congreso debata el proyecto del Gobierno, que "establece pautas objetivas para la prisión preventiva".
Explicó que a su entender no era bueno que un ex presidente esté preso "por el
hecho en sí, y porque uno tendería a pensar que no debería haber sospecha de que esta persona se fugue o vaya a entorpecer el accionar de la Justicia".
"A priori no parece bueno el desafuero y la detención, siendo que se pueden dar explicaciones en el marco de un juicio oral", sostuvo, y agregó: "Pero lo tendrá que resolver la Justicia y el Senado".
Para Garavano, la prisión preventiva es "una medida excepcional que hay que usar restrictivamente".
El ministro recordó que "por eso mandamos al Senado un proyecto que establece pautas objetivas para la prisión preventiva, para que no haya tanta arbitrariedad".
Las declaraciones del funcionario despertó una interna en Cambiemos, ya que Carrió está dispuesta a pedir el juicio político de Garavano, según confirmaron a Clarín fuentes del equipo de la diputada de la Coalición Cívica.
En Twitter, el enojo quedó en evidencia. Carrió lanzó: "Los delitos de corrupción son imprescriptibles y están equiparados a la traición a la patria por el art. 36 de la Constitución Nacional".