Muy atentos a lo que sucedía durante la jornada de ayer, representantes de corrientes opositoras de la actual conducción del SUTE estuvieron presentes con una carpa frente a la Legislatura. Si bien se mostraron satisfechos con el atraso del tratamiento de la nueva ley de educación provincial, aseguraron que no están tranquilos.
“El retraso es de alguna manera el resultado de nuestra presión, ya que significa que hemos instalado dudas en algunos legisladores”, expuso Sebastián Henríquez, secretario general ala marrón SUTE Godoy Cruz y continuó: “De todas maneras no es una gran victoria porque seguramente se pondrán de acuerdo entre ellos”, reconoció Henríquez.
Los reclamos de los miembros de esas líneas apuntan a que este proyecto de ley fomenta el autofinanciamiento y la fragmentación del sistema educativo. “Promueve que las escuelas puedan salir a buscar más financiamiento externo, lo que va a generar un sistema más desigual, ya que las escuelas con más sponsors tendrán más recursos que otras que tengan menos”, explicó.
Además, remarcó que no se trata de una ley consensuada, tal como los recalcan los legisladores: “Bajó a las escuelas en una sola jornada con 13 preguntas. Nosotros sugerimos un tratamiento más profundo a nivel pedagógico”, indicó.