El ex presidente boliviano Carlos Mesa anunció hoy que se presentará en las elecciones presidenciales que se celebren en su país tras el desplazamiento forzado de Evo Morales del Palacio Quemado, y dijo que buscará resarcirse del "fraude" que le perjudicó en el recuento de los comicios de octubre.
"Sí, sí, yo voy a ser candidato en las próximas elecciones", afirmó Mesa en unas breves declaraciones a la prensa durante la cumbre del clima COP25 en Madrid.
"Espero tener un resultado que me recupere del robo del que fui víctima", añadió el líder de Comunidad Ciudadana, en relación al resultado electoral de la elección presidencial del 20 de octubre que fue cuestionado por la OEA y desató la crisis política que obligó a Morales a renunciar.
Mesa insistió en el "fraude" del que dijo que fue víctima por parte de Morales: "nos robó la segunda vuelta".
Añadió que él, "en el mejor de casos para Morales", había quedado segundo, si no el primero, en esos comicios.
El recuento de los resultados apuntaba a una segunda vuelta entre Morales y Mesa, pero la transmisión de datos se detuvo la noche del mismo 20 y en la reanudación del recuento, a la mañana siguiente, hubo un repentino cambio de tendencia que pasó a augurar una victoria del entonces presidente en la primera vuelta.
Mesa, que fue presidente boliviano entre 2003 y 2005, confió en que las elecciones se celebren "probablemente en el mes de marzo o abril del año que viene".
Preguntado sobre posibles violaciones de derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas y de seguridad en las protestas de distinto signo de las últimas semanas, consideró que se trata de "un tema muy complejo".
"La confrontación tiene que ver con la responsabilidad de unas Fuerzas Armadas obligadas a responder proporcionalmente y la pregunta es si lo han hecho", dijo, aunque no dejó de mencionar la "polémica" por el decreto de la presidenta interina, Jeanine Áñez, que "daba inmunidad a las Fuerzas Armadas y las liberaba de responsabilidad".
Mesa también se refirió a "las acciones violentas de grupos movilizados por el ex presidente Morales, que intentaron atacar una planta de combustible muy importante (...) que tenía un riesgo de pérdidas humanas muy grande".
"El análisis de coste-beneficio es muy complicado, pero creo que no se puede ser negligente con la búsqueda de investigación sobre violaciones de derechos humanos, sobre todo de las Fuerzas Armadas y de la Policía", subrayó.