Es el gerente de la Asociación Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi). Carlos Iannizzotto cree necesario rever los mecanismos para poder salir de la crisis. Asegura que de continuar con este escenario, en el corto plazo la superficie cultivada se concentrará.
-¿Qué perspectivas tienen para la próxima cosecha?
-Si seguimos así para nosotros la próxima cosecha va a ser caótica. Estamos enfocando la cosecha que viene con la foto de hoy, que es totalmente desfavorable. Tenemos situaciones macroeconómicas que inciden directamente en los costos, también tenemos el tema inflacionario y por supuesto la presión fiscal que tiene el sector. Frente a un producto que hace 4 años no aumenta su precio.
El mercado interno es uno de los pocos aspectos que no son negativos, tenemos una fortaleza que hay que mantener. Principalmente esto se ha dado por el tema de precios relativos.
Pero en el mercado externo, de acuerdo a la información que manejamos desde nuestra Federación, está muy difícil vender. El mercado del mosto está paralizado, aunque creemos que es algo estacional. Ahora, con este atraso cambiario y el esquema impositivo que existe, es imposible exportar.
-¿Por qué no se ha logrado poner en marcha las propuestas?
-El problema que hay es que no tenemos un interlocutor válido ni en el gobierno nacional ni en el provincial para poder presentar las propuestas que tenemos. Esto no se da ahora por la transición o por clima de elecciones, se ha dado desde que empezó la administración de Pérez.
Desde hace mucho tiempo la vitivinicultura se quedó sin la posibilidad de poder poner sobre la mesa la actividad público-privada, como se hizo durante mucho tiempo. Esto se ha dado fundamentalmente durante la gestión del gobernador Francisco Pérez y se terminó de agravar con el ministro Marcelo Costa.
Con Marcelo Barg teníamos algún diálogo y entendimiento, pero con Costa se cortó todo. Para poner un ejemplo, con Barg íbamos a la Nación y no hablaba mal de la vitivinicultura, es decir, íbamos con un mismo discurso, pero eso con Costa era imposible. Él iba con otro discurso.
En la reunión que tuvimos con Kicillof, cuando nosotros pedíamos el dinero para sacar los excedentes, él pidió la palabra sobre el final de la reunión y dijo que no estaba de acuerdo con nuestro pedido.
-En las últimas semanas, tanto desde el gobierno provincial como algunas entidades gremiales del sector han cuestionado la efectividad del Acuerdo Mendoza - San Juan. ¿Qué opinión le merece esta herramienta?
-Nosotros validamos el acuerdo Mendoza - San Juan, independientemente de acoplar otras medidas que el mercado internacional y la situación interna reclaman.
El mosto es la diversificación que utiliza la industria para evitar excedentes y no es un negocio en sí mismo. El sector que represento prefiere que el 70% de su producción valga, aunque el 30% (mosto) tenga un precio que no sea rentable. Es una herramienta técnica que si no es politizada, funciona perfectamente.
Hay que actualizarlo con políticas vitivinícolas, que pueden o no estar dentro del acuerdo. Nos parece que indudablemente hay que ir orientando las uvas que producen el excedente a otro tipo de diversificación de avanzada, como puede ser alconafta o biodiésel, que revalidan, ampliándolo con nuevas herramientas para diversificar.
-¿Se ha mezclado la coyuntura en el seno de Coviar?
-Se ha mezclado. Pero eso ha sido un error y quizás de eso seamos un poco partícipes todos. Pero la Coviar con la coyuntura no tiene nada que ver. Ahora, a criterio nuestro, se ha mezclado porque no tenemos interlocutores válidos en el gobierno provincial.
Esto históricamente se manejó con la mesa vitivinícola convocada por el gobierno de la Provincia y eso se dejó de hacer. Ahí íbamos las entidades a tratar la coyuntura y la Coviar diseña las políticas de largo plazo. Coviar está orientada hacia la estrategia y en eso podríamos decir que no hay grandes voces disonantes, en la coyuntura hay matices entre las entidades.
Independientemente de eso, creo que hay que marcar mucho más la diferencia entre la coyuntura, en donde tiene que existir una mesa amplia, plural, escucharnos todos. Muy diferente a la Coviar, que no es una mesa cerrada, sino que los que se tienen que sentar allí tienen que pensar planes estratégicos que nada tienen que ver con la coyuntura.
Nuestra opinión sobre los que no están sentados en la mesa de Coviar no es que no han sido invitados, sino que no están interesados en la estrategia. Y hay otros que están en la mesa de Coviar, nunca van y se dedican a criticar.
Habrá que ver por qué lo hacen. Pero ratifico esto, hay que armar urgente la mesa vitivinícola en donde se sienten todos los actores de la vitivinicultura. Pero para que funcione esa mesa tiene que existir una conducción que sea plural y que permita ordenar el diálogo.
-¿Cuánto debería aumentar el precio del vino para que sea rentable para el productor?
-Hoy, para que sea rentable la actividad, el precio del blanco escurrido no puede estar en menos de $ 4 el litro de vino. Fecovita está pagando a sus asociados en $ 2,83 casi llegando a los $ 3, mientras que el resto del mercado está pagando $ 1,80.
Ahora, para llegar a ese precio creemos que rápidamente hay que sacar los excedentes y que la industria vitivinícola ha mostrado que en el momento que hay una buena expectativa de precio se retroalimenta rápidamente. Entonces allí comienza la escalada de precios.
En este sentido, creemos que un título vitivinícola podría ayudar a retirar excedentes del mercado. Tenemos mucha esperanza que con esta medida se comience a recuperar el precio, que pueden estar unidas a otras medidas como son ayuda en el flete y la eliminación de las retenciones; el mercado podría mejorar y despacito podríamos ir saliendo
-¿La superficie cultivada con viñedos se está concentrando en pocas manos?
-Sí, totalmente. Creo que todavía hay tiempo para salvar esta situación, pero estamos camino a esto. Hay un estado de abandono visible. En las economías regionales, y en la vitivinicultura en particular, no se produce una explosión, sino que uno ve que todos los años se van dejando de hacer labores, cada vez se produce menos, hasta que muere la producción.
También está el escenario del Valle de Uco, es decir de los vinos varietales, que tienen una realidad muy difícil, que también hay que atenderlo. En donde pequeños viticultores de malbec y cabernet muy famosos están muy mal y hay mucha exclusión. Con el tiempo nos vamos a terminar encontrando con una viticultura con muy pocos viticultores.
Llevamos dos o tres años largos de esto, urgente hay que ponerle un freno para que no se produzca una concentración en la parte productiva. Mientras tanto, por el lado industrial, cada vez hay menos bodegas, porque las bodegas chicas no pueden subsistir por el tema de los costos y el mercado está diciendo que son pocas las bodegas que están vendiendo vino.
Por eso, dentro de todo, el anuncio del Consorcio “Cordón del Plata” del Mercado Central en Buenos Aires es bueno. Porque la única forma que vemos para poder salir de la crisis es haciéndolo a través del asociativismo y no tienen que ser necesariamente cooperativas sino incluye otras formas.
Perfil
Carlos Iannizzotto es abogado. Magister en Familia y Sociedad, egresado de la Universidad de Navarra, España. Productor vitivinícola cooperativista (3ra. generación), secretario de la Cooperativa Vitivinícola Mendoza. Gerente de Asociación Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi). Integrante del staff directivo de Fecovita (Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas). Ha ocupado diferentes cargos públicos en la provincia de Mendoza y a nivel nacional. Actualmente es vicepresidente de Coninagro.