En el marco del Ciclo de Encuentros -que fue declarado de interés por la Cámara de Diputados- organizado por Los Andes, Carlos Balter, titular de la Consultora Balter & Asociados, accedió a una entrevista para seguir profundizando sobre temas de Economía.
Balter se mostró optimista en cuanto al panorama económico de Mendoza y del país, principalmente post elecciones.
-¿Cómo analiza el panorama político y económico?
-Veníamos de años con cepo cambiario, trabas en el mercado de divisas, estábamos en default, no teníamos elementos de medición como ahora el Indec, entre otras cosas. Todo esto se recuperó y a pesar de que se perdieron empleos, hoy ya se están recuperando, sobre todo en el sector privado, el cual estuvo relegado durante cuatro años. El panorama es diferente. Se salió de la recesión, se le pagó a los holdouts. Esto claramente marca un camino mucho más seguro para transitar. De 36 indicadores económicos, 32 marcan signos positivos. Se sacaron las retenciones al maíz, el trigo, a la soja, y todo ello provocó que el campo explotara y con eso las industrias vinculadas. La venta de camionetas ha sido récord, al igual que la venta de maquinaria agrícola. Todo ello se ha tenido que conjugar con la caída de Brasil, que por suerte se está recuperando y para Argentina es muy importante. Esto sin entrar en las consideraciones en el marco institucional que teníamos antes y cómo estamos hoy, con una calidad institucional que atrae inversores para el largo plazo.
-Considerando las últimas elecciones, ¿cuál es el análisis en base a los resultados de Cambiemos?
-Lo que sucedió el domingo pasado es una ratificación a las políticas del gobierno. Cambiemos tiene un margen importante para moverse y el optimismo se vio reflejado en la Bolsa de Comercio y en el índice de riesgo país. De hecho, en los últimos 12 meses hubo acciones que se incrementaron 300% y hay récord de transacciones en volumen. Estamos creciendo en el orden del 3% y 2018 va a ser un año sin elecciones con crecimiento, lo que es todo un hecho. Recordemos la perversidad de los últimos años del Gobierno anterior, en donde solo se crecía en años electorales, ya que inyectaban dinero para mejorar el salario real y con ello el consumo. Sin embargo, en años que no habían comicios la política era restrictiva. Por lo tanto, la expectativa del próximo año de crecer en el orden del 3,5% es muy importante. Estos números están ratificados por el incremento en la recaudación del IVA, el empleo registrado y por la suba de la recaudación de Ingresos Brutos por encima de la inflación.
-¿Cuáles son los temas a solucionar?
-El déficit comercial es un tema importante que hay que mirar. Es parte de la herencia recibida que aún el Gobierno no puede solucionar. De a poco se van haciendo cosas, sin embargo, el presupuesto presentado por este Gobierno guarda aún un déficit fiscal importante. El Gobierno sigue el principio de Willie Brown: "La socialdemocracia aspira a tanto mercado como es posible, y a tanto Estado como sea necesario". En este sentido, para poner en contexto a lo que se refiere es que no se puede salir aún de este déficit con un gasto tan importante en asignaciones, tarifas sociales, etc.
El gobierno de Macri se hizo cargo de un país con 32% de pobreza y 7% de indigencia. Esto es algo atroz e indignante. A pesar de que este gobierno busca regularizar las cuentas, también el Estado tiene la obligación de atender esta situación. Se están haciendo reformas estructurales, pero hay una herencia recibida de pobreza y tarifas atrasadas. Por ello, no le ha quedado otra que de a poco salir de ello y comenzar a incrementar las tarifas y reducir el gasto en subsidios. Sin embargo, hay un sector importante al que el Estado debe darle tarifa social porque no puede pagarlo de ninguna manera.
-En base a este análisis, ¿cómo se ubica Mendoza?
-Con la macro como está y con la matriz productiva actual que hay en la provincia, no hay viabilidad y posibilidad en el tiempo. Tenemos la obligación de pensar en una Mendoza que no dependa de los ingresos del petróleo, de la vitivinicultura y agroindustria. Si seguimos así estamos presos del pasado. Necesitamos diversidad en nuestra matriz, que tenga una visión de futuro y sobre todo retomar actividades que se hicieron en el pasado y que por diversos motivos se dejaron de hacer.
-¿Cómo cuáles?
-La ganadería es una de las actividades en las que supimos ser muy fuertes en Mendoza; luego decayó. Sin embargo, vemos de a poco una reactivación que tiene explicaciones en diversos factores: uno de ellos es el avance en la ingeniería genética. Hay mejoras en la ganadería de cría en Mendoza de bajo secano con índices de rentabilidad de la cría.
-¿Hay mucho espacio para esta actividad?
-Sí, claro. Tenemos un mercado local insatisfecho. Se consumen 475 mil novillos y tenemos producción local de 36 mil novillos al año. Con este panorama hay mucho para hacer. Pero para ello también se necesitan otros trabajos, en lo que corresponde a caminos, energía, comunicación, paquetes tecnológicos, entre otros aspectos, que ayudarán al sector y a otras actividades de la provincia con el objetivo de reducir costos y mejorar la rentabilidad.
-¿Qué otros sectores podrían impulsar la economía provincial?
-La lechería es otro sector. En algún tiempo supimos tener una producción importante, como cuando teníamos el tambo La Vacherie que producía 70 mil litros que se industrializaba y con eso se atendía el consumo de leche fluida. Ahora estamos en una reestructuración total a nivel país, luego del deterioro a causa de las políticas equivocadas de los Kirchner. Esto provocó también un alto nivel de concentración, a lo que se sumaron los graves problemas productivos de las inundaciones. Esta actividad tiene que volver a crecer y Mendoza puede hacerlo ya que cuenta con todas las condiciones, desde el clima, la sanidad, el riego y la comercialización. Esto -de hecho- podría darse en departamentos que no tienen un perfil productivo importante, como son los departamentos de Santa Rosa, Lavalle y General Alvear. Ejemplo de ello es CoSalta, que ha impulsado cuencas lecheras para la instalación de tambos y que integran la producción, con la industria y la comercialización en una cadena vertical completa. La papa es otro producto que debe explotar Mendoza, sobre todo luego de la instalación de Simplot que provee a una cadena de fast food. Ellos necesitan 3.000 hectáreas en producción permanente y solo tenemos 700 hectáreas. En este sentido, el productor tiene la compra asegurada, con un paquete tecnológico, con semillas de la variedad adecuada del producto, con información técnica, manejo del desarrollo, del cultivo, y principalmente, tienen todo para asegurar la venta.
-¿La minería?
-Es otra actividad en la que indudablemente este gobierno ya ha tomado cartas en el asunto. Minería se hace en todo el mundo y acá todavía estamos en análisis. Hablo de una minería cuidada, que no sea contaminante, respetando zonas como Valle de Uco, Villavicencio y departamentos que su pueblo no quiere, como General Alvear. Sin embargo, en Malargüe ellos lo piden y quieren; con políticas nacionales y provinciales se puede impulsar esta actividad correctamente, y Mendoza tiene todo para potenciarla al máximo. Finalmente, las Tic es otra actividad que está creciendo y son las que yo distingo como la “Mendoza del futuro”. La economía de los próximos años está basada en ser cerebro-intensiva basada en los servicios. La tecnología al servicio del campo, de la industria y la comercialización.
-Los sectores locales están preocupados por la pérdida de competitividad. ¿Cómo analiza este panorama?
-Ahora vendrán nuevas reformas en el sistema impositivo y en el plano laboral. Con ello se buscará disminuir los costos y que los mismos sean parecidos a nuestros competidores.Tenemos que transformarnos para exportar, y para ello necesitamos mejorar y que muchas de las trabas desaparezcan, como es la presión tributaria del país. De hecho, la industria del vino está negociando algunas medidas para mejorar su competitividad, así como han hecho otros sectores. Concretamente, lo que han pedido es que el porcentaje de las cargas patronales -30%- sirva para pagar el impuesto a las Ganancias. Esto está pendiente de resolución nacional.
-¿Cómo estamos en este último tema con respecto a nuestros competidores?
-Como para dar un ejemplo: en México del 100% que un empresario le paga a un trabajador solo el 15% se va en impuestos, en Argentina el Estado se deja el 44%. El costo de producción en Argentina es muy alto, de hecho, 25% superior que en Brasil. Por lo tanto, si queremos competir tenemos que terminar con estas asimetrías, sino no tenemos futuro. En Argentina, el sistema impositivo recae sobre la producción y el trabajador; en el primer mundo recae en el sistema de comercialización. Además, hay que sumar algunos otros altos costos que nos dejan fuera, como es en el caso de los logísticos y de transporte.
-¿Cuáles son los sectores que han logrado salir y cuáles aún no tienen "brotes verdes"?
-El sector automotriz, el agro, la construcción, principalmente impulsada por la obra pública y parte de la privada, muestran signos de recuperación y de actividad récord. Sin embargo, el comercio no termina de despegar, y en el caso de Mendoza responde a una competencia desleal como es el caso de Chile.
-¿Cree que las inversiones llegarán rápidamente?
-Mendoza y el país están siendo cada vez más atractivos, sobre todo luego de las elecciones del pasado domingo. Creo que esto hay que fomentarlo, Argentina es un país que resulta atractivo y las condiciones han cambiado para bien. Hay seguridad jurídica, política, con equipos de gobierno más preparados técnicamente, más transparentes. No se puede comparar con lo que sucedía antes.
Perfil
Carlos Balter. Contador público nacional, egresado de la Universidad Nacional de Cuyo, es socio de Carlos Balter & Asociados.
En la actividad privada se incorporó al estudio fundado en 1947 por el Dr. Alfredo Ramón Acosta.
Desde su juventud milita en el Partido Demócrata de Mendoza, ha colaborado desde diferentes cargos y hoy nuevamente es su presidente.
Además, es asesor y síndico de entidades públicas y privadas.