Produce papa para semilla en Malargüe, en el extremo sur de Mendoza, y conoce el mercado de su producto, y del producto que tiene por destino el consumo.
Carlos Aguado, uno de los mayores referentes del país en su especialidad, plantea un panorama preocupante para el sector primario. Revela que los bajos valores que dominan hoy el mercado, los cuales estima que se mantendrían al menos por los próximos 2 ó 3 meses, están desalentando la siembra, por lo que no descarta que los precios puedan repuntar dentro de 5 ó 6 meses, en un hipotético escenario futuro de oferta restringida.
-¿Cómo está el mercado de la papa para consumo?
-Está muy complicado para el sector productivo, por la exagerada oferta. Los mercados están cargados, el sureste de Buenos Aires está a pleno, ya están apareciendo algunas primicias de Villa Dolores y del Cinturón Verde de Córdoba, dos zonas importantes, por lo cual se junta todo y eso hace que los precios caigan.
-Sigue saliendo algo de papa de Mendoza…
-Mendoza también está comercializando. Es la producción de segunda cosecha, que sale de marzo en adelante (del Valle de La Carrera, del Valle de Uco). No es un volumen importante, porque la superficie cultivada en la provincia no crece por las limitaciones que tenemos con el agua. Otras zonas, más favorecidas por el clima están produciendo más.
-¿Cuáles son los precios hoy en los mercados de concentración?
-La papa buena, en bolsas de 25 kilos, está entre $ 45 y $ 55. Podemos hablar de un promedio de $ 50 la bolsa, eso quiere decir que está a $ 2 el kilo y a veces un poco menos también. Es irrisorio; estamos hablando de precios de hace cinco años, ¡con los aumentos que han tenido los insumos para producir!
-¿Por qué se ha dado esta situación de sobreoferta?
-El sureste bonaerense está un poco cargado, porque ha tenido rindes bastante buenos. Además, se extendió un poco el área sembrada, porque cayó el precio de la soja y hubo gente que destinó alguna tierra al cultivo de papa. Algo similar tiene que haber ocurrido también en las zonas de Córdoba con tierras y climas que son aptos para los dos cultivos.
-¿La industria está demandando materia prima?
-Ese es el otro problema. La industria, que absorbe alrededor del 25% de la producción anual, con lo cual alivia considerablemente el mercado en fresco, ha retraído mucho la demanda. Entonces, al mayor volumen de producción primaria se suma el hecho de que la industria ha tenido que reducir sus programas porque tiene problemas para exportar, sobre todo a Brasil, que demanda mucha papa pre frita, congelada, en bastones.
-¿Cómo impacta esta situación de precios bajos en la intención de siembra para la próxima campaña?
-Esto ha hecho caer la demanda de papa semilla, porque el productor de papa para consumo no está tan incentivado para las nuevas siembras. Por eso va lenta la comercialización de semillas.
Debemos llevar vendido alrededor del 25% de la producción de este año, y otros años, a esta altura, hemos estado cerca del 35%, más o menos. Son esas fluctuaciones que se dan, y que después pueden derivar, más adelante, en un nuevo ciclo en que los precios busquen dispararse un poco, si es que la oferta de papa consumo resultara acotada.
-¿Esa menor demanda ha hecho variar el precio de la semilla?
-Ha pasado algo muy parecido a lo que está ocurriendo con la papa para consumo porque, por supuesto, está íntimamente relacionado un negocio con el otro.
Hoy, dependiendo de la calidad y la sanidad, fundamentalmente, los precios están oscilando entre $ 150 (la bolsa de 50 kilos) que puede valer una semilla sin certificar (en “bolsa blanca”, como le llamamos) hasta $ 220 o $ 230 una bolsa de semilla certificada, y algunos productores tiene que desprenderse de buena semilla a $ 170 ó $ 180 porque no tienen muchas opciones para ubicarla.
También en este caso, es el precio de hace algunos años. El año pasado, los valores mínimos para la semilla de buena calidad fluctuaban entre los $ 280 y los $ 300, no menos de eso.
-Ahora, esta semilla va a ser la papa de consumo que, quizás, salga a la venta en otras condiciones de mercado…
-Exactamente. El precio de la papa consumo hoy arrastra hacia abajo el precio de la semilla. Pero esa semilla va a necesitar cuatro meses para madurar, y es posible que cuando hayan pasado cinco o seis meses de la siembra, y se pueda comercializar, los precios vayan a ser diferentes. Pero, mientras tanto, los precios de ahora -en el mercado de consumo- desalientan al productor, cae la demanda de semilla y baja su precio también.
-¿Cuál es el escenario de precios hacia adelante?
-Diría que, por lo menos durante los próximos dos o tres meses, no hay que esperar muchos cambios, porque es producción que hay que comercializar; no hay riesgo de pérdidas porque toda la papa de esa zona ya maduró o está en su última etapa.
Operaciones lentas
La comercialización de papa para semilla comienza alrededor de abril-mayo para siembras tempranas en Jujuy y algunos productores de Tucumán, que siembran en junio-julio, en algunas zonas que tienen microclimas.
Las primeras siembras de papa para consumo, en el norte de Mendoza, comienzan regularmente hacia agosto-setiembre.
De manera que en el invierno el mercado de papa semilla normalmente está en pleno movimiento. Pero este año las cosas han cambiado. Es que, este escenario de sobreoferta y bajos precios del producto destinado a consumo ha ralentizado las operaciones en el mercado de material de propagación.
El empresario de Malargüe Carlos Aguado reveló que “algunos que vienen de un ciclo positivo con otras hortalizas que anduvieron bien, como la cebolla -porque el precio se disparó en su momento y pudieron hacer una platita-, por ahí deciden probar suerte con la papa, pero el productor de papa, que ya viene medio vapuleado, no tiene muy claro qué hacer, y demora sus decisiones”.
Hay semillas que tienen muy buena calidad y sanidad, y están en condiciones de lograr, luego, un alto rendimiento de producto para consumo, si el productor atiende el cultivo con todo lo que necesita.
Pero producir esa semilla tiene un alto costo, en el que hay que tener en cuenta los materiales de laboratorio, con micro plántulas y mini tubérculos.