La actriz argentina, quien trabajó con Juan José Campanella en teatro y “El secreto de sus ojos”, y participó en varias películas en Argentina y en Hollywood, es una de las protagonistas de la nueva apuesta televisiva de la señal paga, que se estrenará en septiembre en Estados Unidos.
Se trata de una miniserie de siete episodios basada en hechos reales, dirigida por el cineasta canadiense Paul Haggis (ganador del Oscar por su película “Crash”) y escrita por David Simon y Bill Zorzi, donde Quevedo encarna a Nay Noé, una joven ecuatoriana que se convirtió en “el sostén moral y espiritual” de Nick Wasicsko, quien en 1988 se convirtió en el alcalde más joven en la historia de Estados Unidos.
“Este fue mi primer trabajo de gran envergadura en Estados Unidos, lo que me generaba miedo y también me impulsaba a querer estar a la altura. La exigencia está un poco en lo desconocido, pero la verdad es que esta serie pertenecía a lo que ya conocía, porque tuve la suerte de trabajar con los mejores actores y directores en la Argentina y puedo decir que el nivel es el mismo”, afirmó la actriz.
Inteligente, bella y espontánea, Quevedo trabajó con Campanella en la obra teatral “Parque Lezama”, fue una joven de barrio que enamoraba al ‘Chino’ Darín en la serie “Farsantes”, fue protagonista de “Abril en Nueva York”, la primera película de Martín Piroyanski, y también de “20.000 besos”, de Sebastián De Caro, donde demostró que puede ser tan seductora como ingenua y disparatada.
Recientemente, volvió a trabajar con el hijo de Ricardo Darín en “Pasaje de vida”, el segundo largometraje de Diego Corsini, una coproducción argentino-española.
Instalada en Nueva York desde hace cinco años, Quevedo recordó que fue llamada para hacer un casting y “después de varias idas y venidas, finalmente decidieron darme el papel”.
“Show me a hero” narra la historia Nick Wasicsko (intepretado por Oscar Isaac), un ex policía de Nueva York que en 1988 se convierte en el alcalde más joven de la historia de Estados Unidos, pero que tuvo que enfrentar una verdadera tormenta política cuando una corte federal le impuso la construcción de una cantidad de casas para gente pobre y de color, lo que convirtió a la ciudad en un campo de batalla racista.